El gobierno español sigue dando pasos hacia la aprobación de la Ley Trans, a pesar de las diferencias existentes entre los dos partidos que forman la coalición de gobierno: PSOE (socialistas) y Podemos (comunistas)
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| La experta María Calvo durante la entrevista. Foto: Captura de Youtube / EWTN |
Una vez aprobado por el Consejo de Ministros, la Ley debería ser
aprobada en votación primero en el Congreso de los Diputados y luego en el
Senado, para su entrada en vigor.
En definitiva, lo que la ley pretende imponer es lo que denomina
la “autodeterminación de género”. Es decir, que “toda persona tiene derecho a
construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género,
orientación sexual, identidad de género y expresión de género”, según se señala
en el borrador.
Para ello, el borrador de la Ley permite el acceso gratuito a
tratamientos hormonales, incluidos menores de edad, y operaciones de cambio de
sexo. Todo ello, sin necesidad de informes médicos previos.
El proyecto también facilita el acceso libre a tratamientos de
reproducción asistida.
Otras medidas que incluye son que los deportistas transexuales
puedan elegir sin competien en la categoría masculina o femenina, y que un
transexual condenado pueda elegir si es encerrado en una cárcel para hombres o
mujeres.
El borrador de la Ley también promueve medidas en los ámbitos
educativo, cultural y social, empezando por el lenguaje, pues por ejemplo
sustituye el concepto de mujer por progenitor gestante o persona gestante, o
persona con vagina.
Muerte de la razón
La profesora universitaria y especialista en ideología de género,
María Calvo, advirtió en declaraciones a ACI Prensa que esta Ley pretende
reconocer la capacidad y libertad “de decidir la identidad sexual y la
orientación sexual, sea cual sea la edad, basándose en los sentimientos, las emociones,
en los deseos, dejando al margen cualquier atisbo de la utilización de la
razón”.
Esta Ley, advirtió, “es la muerte de la razón. Lo que están
haciendo es aniquilar toda una tradición jurídico-filosófica, o toda una
tradición antropológica…, el concepto de ser humano”.
La experta recordó que “los sentimientos son muy volubles, son muy
dinámicos, cambian a lo largo del tiempo, y cambian a lo largo del día”, por lo
que es jurídicamente inviable hacer una Ley basada en esos sentimientos.
Señaló que esta Ley es pura ideología “porque no se puede hablar
de filosofía al no tener basamento científico. De hecho, los ideólogos de
género, y esta ley los reproduce fielmente, son negacionistas de la ciencia”.
“Una de las paradojas que estamos viviendo en este momento
hipermoderno”, continuó, “es que, mientras que esta Ley niega las diferencias
sexuales, niega que el sexo sea constitutivo de la persona, los científicos,
con los avances de la tecnología de la imagen, con los avances de la
neurociencia, afirman tajantemente que existe una alteridad sexual, que el sexo
es constitutivo de la persona y que desde la octava semana de gestación tenemos
un pequeño cerebro masculino o femenino”.
División en la sociedad
Esta ley ha provocado gran división en la sociedad española. A
ella no sólo se han opuesto grupos pro familia, sino también agrupaciones
feministas y de izquierda. Las feministas denuncian que con la nueva ley
desaparece la mujer: sólo hay personas gestantes.
El Ministerio de Igualdad está dirigido por Irene Montero, de
Podemos, partido político de extrema izquierda formado por una confluencia de
grupos de ideología socialista y comunista.
El principal partido en el gobierno, el Partido Socialista (PSOE),
al que pertenece el presidente Pedro Sánchez y la mayoría de los ministros, se
opone a la ley en su actual redacción y ha exigido negociar el texto y
modificarlo antes de su aprobación por el Consejo de Ministros.
Al igual que el Partido Socialista, muchos partidos feministas se
oponen a la Ley Trans, incluso dentro de Podemos ha habido debate y una
escisión por culpa de este proyecto de ley.
Numerosos grupos feministas, como el Partido Feminista, son
contrarios a la ley, pues consideran que es un ataque a las mujeres porque las
invisibiliza al imponer un lenguaje en el que no se hable de hombres, pero
tampoco de mujeres.
Además, denuncian que con la nueva ley desaparece el feminismo y
pasa a ser sustituido por la ideología queer, en la que se niega las diferencia
entre hombres y mujeres.
Para María Calvo esta división, incluso dentro de la izquierda,
“es lógica”. “Cuando la verdad está confirmada científicamente, no hay ni
izquierdas ni derechas, sencillamente hay ciencia y sentido común. Hay
elementos esenciales, como elementos antropológicos”.
“El fundamento antropológico esencial del ser humano siempre ha
sido la alteridad sexual y, en esa alteridad sexual se ha basado, precisamente,
el feminismo, que el feminismo tampoco tiene que ser ni de izquierdas ni de
derechas, sencillamente el feminismo es la defensa de la feminidad, bien
entendido”.
De esa manera, muchas feministas, “en este caso de izquierdas, la
inmensa mayoría, pero también feministas de derechas, se oponen a esta ley.
¿Por qué? Porque esta ley considera que no existe una mujer natural. Los
ideólogos de género, y en esta ley se plasma muy bien, consideran que el ser
humano nace neutro sexualmente, entonces si no existe una mujer natural, si no
existen unos rasgos biológicos femeninos, ¿de qué feminismo estamos hablando?”.
Menores desprotegidos
María Calvo advirtió también del riesgo que esta Ley entraña para
los menores, ya que las decisiones que tomen en ese momento serán
irreversibles, porque los tratamientos a los que accederían sin supervisión,
incluidas quirúrgicas, les marcarán de por vida.
Según explicó, “los menores quedan desprotegidos absolutamente. Se
quita a los padres todo derecho a la educación de sus hijos, se quita todo
derecho, incluso a la intimidad familiar. El concepto de familia queda
completamente desestructurado porque el Estado se puede inmiscuir en los
asuntos familiares, en un asunto tan importante como es la identidad sexual de
los hijos y su orientación sexual”.
“El menor queda desprotegido porque, entre otras cosas, en la
escuela se le va a adoctrinar con esta ideología de género. Se le va a enseñar
con una serie de documentos, de imágenes, de estudios, y se van a hacer unas
prácticas con estos niños para las que no están preparados”, lamentó.
Es decir, “son niños que su sexualidad no está ni siquiera
despierta, porque estamos hablando de niños muy pequeños, niños de 3 a 5 años y
que, por lo tanto, no hay que hablarles en ese momento de sexo, sino que lo que
tienen que hacer es jugar, pasárselo bien y estar en el colegio tranquilos y en
paz”.
Por el contrario, “verter estos conocimientos en niños tan
pequeños puede dar luego a patologías, porque nos estamos saltando etapas
psicológicas de la infancia que son esenciales para una madurez luego
equilibrada”.
Además, “se admite que los niños decidan si quieren cambiar de
sexo. Esto está siendo terrible, porque cuando llega la preadolescencia, o la
adolescencia, la influencia de los medios tecnológicos que usan es inmensa. Es
verdad que en estas edades los niños pueden tener dudas sobre su identidad
sexual y debido a la influencia de esos medios pueden pensar que sus problemas
se van a solucionar cambiando de sexo”.
“Esto está sucediendo en muchos países, por ejemplo, en Reino
Unido o en Estados Unidos, donde es alarmante los casos de disforia de género
que están apareciendo y que no son realmente casos científicamente probados de
disforia de género”.
“Son varones, por ejemplo, que piensan que sus problemas van a
acabar si pasan a ser de sexo femenino, o niñas que, ante una depresión, una
baja autoestima o una baja consideración en la escuela, deciden que si son
chicos les va a ir mucho mejor”.
“Hay muchos niños que han experimentado que sencillamente diciendo
que son transexuales o que quieren cambiar de identidad de género de repente el
mundo gira en torno a ellos, todo el mundo les hace caso, y muchos niños
quieren o demandan esa atención. De manera que es una falsa transexualidad,
pero que se está invitando, apoyando, incentivando a los niños a plantarla”,
alertó.
María Calvo también advirtió de “situaciones absurdas” que se
están produciendo y que “van a afectar muchísimo a la vida escolar. Por ejemplo,
permitir que un niño, por el mero hecho de que se sienta, según sus emociones,
de sexo opuesto, pueda cambiar de nombre, o llevar el uniforme contrario, o
utilizar los baños del otro sexo”.
“Son situaciones absurdas. O habrá muchos niños que aprovechen
esta situación para en un momento dado hacerse pasar por el otro sexo porque le
beneficie, y al otro día no… Está muy relacionado con un eslogan que salió en
Harvard hace poco y que es muy absurdo, que dice que se puede cambiar de sexo
varias veces al día”, señaló la experta.
En definitiva, “estamos transformando a una sociedad, que era una
sociedad racional, su base era principalmente la razón, en una sociedad
emotivista, una sociedad en la que las emociones va a ser lo válido. Lo malo es
que se está intentando convertir las emociones en derechos, es decir, las
emociones son meros derechos”.
Finalmente, sobre la posible entrada en vigor de la Ley, advirtió
que, se apruebe o no, el contenido del borrador, sus propuestas, ya se están
aplicando en muchos lugares de España por medio de la legislación de los
parlamentos regionales.
“La Ley Trans a nivel estatal viene a ser una reproducción de
leyes que tenemos en las comunidades autónomas. España es un Estado
descentralizado territorialmente, está dividido en comunidades autónomas, y en
muchas de ellas, en la inmensa mayoría, ya aprobaron en su momento sus propias
Leyes Trans. De manera que esto sería sencillamente implementar en el ámbito
estatal, afectaría a todo el territorio nacional, cosas que ya se han regulado
en leyes autonómicas”, concluyó.
Fuente: ACI Prensa






