La entidad eclesial constata el «empeoramiento de las condiciones de vida de la población» y la poca eficacia del Ingreso Mínimo Vital, que solo ha llegado a un 3,6 % de las personas que atiende
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| Reparto de alimentos a familias necesitadas por parte de Cáritas. Foto: Valerio Merino |
En el último
año, la entidad eclesial ha visto cómo las demandas de ayuda han crecido un 57
%, con periodos y territorios donde estas llegaron a triplicarse. Así, la
crisis desatada por la pandemia ha provocado que 500.000 personas –el 33 % de
todas las atendidas– hayan tenido que acudir a Cáritas por primera vez o
después de mucho tiempo sin necesitarlo. Son una de cada cuatro si solo tenemos
en cuenta las personas que nunca habían llamado a sus puertas.
Por eso, gran
parte de las acciones se han dirigido a las familias a las que ha
sobrevenido la vulnerabilidad. También a paliar la situación de personas mayores en
soledad –han pasado de acompañar a 7.000 a hacerlo con casi
11.000– de aquellas que no tienen hogar, para las que se han creado
13 nuevos centros y más de 1.400 nuevas plazas.
65 millones de euros ha recaudado con su
campaña Cáritas ante el coronavirus
Como nota
positiva, Peiro reconoce «una explosión de solidaridad» con la
campaña Cáritas ante el coronavirus y con el ingreso en sus filas de
6.000 nuevos voluntarios. Durante este tiempo, personas (67.094) y empresas e
instituciones (3.572) han entregado a Cáritas en 65 millones de euros. Fondos
que se han destinado en su mayoría a ayudas directas a las familias para cubrir
necesidades como la alimentación, la higiene, los gastos de la vivienda o
suministros (más de 41 millones de euros). Además, se ha invertido casi un
millón de euros en material sanitario y de protección para las familias y para
la propia institución; otro millón para contratar a personal de refuerzo y 3,3
millones para responder a las necesidades especiales de las familias con niños,
por ejemplo, para paliar la brecha digital.
A toda
esta labor hay que añadir la cooperación con los países empobrecidos, a
los que ha destinado 2,5 millones de euros para 65 proyectos
Impacto
limitado del IMV
Junto a la
rendición de cuentas de este año de pandemia, Cáritas Española ha presentado
otro informe –Un
año acumulando crisis– sobre la realidad de las familias que acompaña a
fecha de enero de 2021. Según ha explicado Raúl Flores, coordinador del Equipo
de Estudios, este trabajo muestra que el número de hogares sin ningún ingreso
ha crecido en 75.000 hasta llegar a los 258.000; que el 53 % de las personas
que atiende la entidad está en situación de desempleo; o que el 55 % sufre
pobreza severa, que tiene un impacto especial en hogares con menores, de origen
inmigrante o monoparentales.
Además, el 16 %
de las familias atendidas han tenido que cambiar de vivienda por la nueva
situación económica y social, mientras que cerca de la mitad de hogares tiene
dificultades para hacer frente a los gastos de alquiler o hipoteca (44 %) o
suministros (47 %).
También recoge
el limitado impacto del Ingreso Mínimo Vital (IMV), pues solo el 3,6 % de las
familias que apoya lo está cobrando en la actualidad. Constata, asimismo, la
importante tasa de denegaciones (12,8 %) o la pérdida de las rentas autonómicas
por cuatro de cada diez familias. «Los sistemas de garantías de ingresos no
están siendo ni eficaces ni complementarios», denuncia Raúl Flores.
Finalmente,
muestra las consecuencias sobre la salud del contexto social y personal. El 30
% de los hogares sienten que ha empeorado su salud física, un porcentaje que
crece hasta el 50 % si se pregunta sobre salud psicoemocional. Del mismo modo,
comprueba el «agotamiento de las relaciones sociales y de la ayuda que estas
pueden prestar».
Fran Otero
Fuente: Alfa y
Omega






