Este es un momento en favor de promover una cultura de la vida y de dar pasos concretos promoviendo un testamento vital
Luís Argüello, secretario general Conferencia Episcopal Española
«La aprobación de la ley de eutanasia
esta mañana en el Congreso de los Diputados y así ya de manera definitiva en
las Cortes Generales, es una mala noticia». Así lo ha subrayado, Luis
Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal Española y portavoz de los
obispos españoles con motivo del a aprobación de Ley de la Eutanasia en el
Congreso.
Desgraciadamente, ha
dicho el obispo auxiliar de Valladolid, «se ha buscado la solución de evitar el
sufrimiento, provocando la muerte de quien sufre. Es dramático que en España
haya 60000 personas cada año que mueren con sufrimiento, pudiéndose remediar
con una política adecuada de cuidados paliativos».
Por eso, el portavoz
de los obispos españoles reconoce «que este es un momento en favor de promover una cultura de la vida y de dar pasos concretos promoviendo un
testamento vital o de declaraciones anticipadas que haga
posible que los ciudadanos españoles manifiesten de una manera clara y determinada
su deseo de recibir cuidados paliativos. Su deseo de no ser objeto de la
aplicación de esta Ley».
Es un momento también
«para promover la objeción de conciencia y para promover todo aquello que tenga
que ver con esta cultura de la vida que quiere tener una línea roja diciendo
con fuerza “no matarás”», ha destacado.
El prelado concluye su
mensaje añadiendo que no hay que «provocar» de manera decidida «a muerte para
aliviar el sufrimiento, sino al contrario, cuidar, practicar la ternura, la
cercanía, la misericordia, el ánimo, la esperanza para aquellas personas que se
encuentran en el tramo final de su existencia, quizás en momentos de
sufrimiento que necesitan consuelo, cuidado y esperanza».
¿Qué
es el testamento vital?
Es la expresión
escrita de la voluntad de un paciente sobre los tratamientos médicos que desea
recibir, o no está dispuesto a aceptar, en la fase final de su vida. El
testamento vital también especifica que se administren los tratamientos
adecuados para paliar los sufrimientos, pero que no se aplique la eutanasia.
Ante el avance de la medicina se hizo necesario e imprescindible el
Consentimiento Informado, que consiste en la participación de forma activa en
la toma de decisiones junto al médico sobre el tratamiento a seguir.
Sin embargo, hay
situaciones en las que el enfermo no puede decidir sobre su propia salud por
incapacidad debido a la propia enfermedad, accidente o vejez. Cuando se
presentan estas dificultades, uno de los caminos para ayudar al personal
sanitario es la consideración de la voluntad del paciente manifestada
previamente a la pérdida de la capacidad de razonar. Es a esta voluntad
anticipada a lo que se llama popularmente testamento vital.
¿Cómo
hacerlo?
La persona que firme
está declaración tiene que estar en plena posesión de las facultades mentales.
La rubrica se hará ante la presencia de tres testigos o bien bajo la eventual
intervención de un notario.
¿A
quién hay que entregarlo? ¿Dónde se registra?
El testamento vital,
reconocido legalmente en España a partir del año 2002 con la Ley de Autonomía
del Paciente, una vez firmado se inscribe en un registro de voluntades vitales
creado con este propósito en las distintas comunidades autónomas. Es importante
tener en cuenta que las diferentes comunidades han regulado este documento con
distintas denominaciones: testamento vital, voluntades anticipadas,
instrucciones previas o manifestaciones anticipadas de voluntad. Por eso es
conveniente que se consulte la regulación de la comunidad de residencia para
asegurar que se cumplen todos los requisitos legalmente exigidos para
inscribirse y asegurar su eficacia futura. En cualquier caso, el
testamento vital se puede modificar o revocar en cualquier momento.
¿Por
qué es importante?
El testamento vital es
esencial para dejar constancia, de forma anticipada, de nuestra voluntad de
aceptar o rechazar determinados tratamientos médicos. De esta manera, se libera
a los familiares del peso de tomar decisiones por el enfermo en situaciones tan
difíciles.
También contempla
nombrar a un representante legal en ma-teria de tratamientos médicos encargado
de velar por su cumplimiento y de tomar decisiones en previsión de una
eventualidad no contemplada en el testamento escrito. Además se especifica el
derecho a una atención espiritual.
¿Es
válido ante la eutanasia?
El testamento vital
especifica que se administren los tratamientos adecuados para paliar los
sufrimientos, pero que no se aplique la eutanasia (ningún acto u omisión que por
su naturaleza y en su intención cause la muerte).
La proposición de Ley
Orgánica de regulación de la eutanasia recoge que no podrá aplicarse la
eutanasia en caso de que la persona haya suscrito con anterioridad un documento
con instrucciones, testamento vital, voluntades anticipadas o documentos
equivalentes reconocidos legalmente.
Por eso es importante
que se haga y se inscriba en el registro de voluntades vitales de la comunidad
autónoma correspondiente para que tenga valor jurídico.
Es curioso que el
testamento vital fuera reivindicado por algunas personas y asociaciones que
abogaban por una mentalidad claramente eutanásica. Se pa¬trocinaba como
vehículo para abrir caminos para considerar de forma absoluta la autonomía del
paciente. Hoy, ante la posible aprobación de la ley de la eutanasia se hace
necesario para evitar abusos de aplicación de la misma cuando no se puede
manifestar el consentimiento informado.
¿Por
qué anima la Conferencia Episcopal a que los fieles lo hagan?
Con el testamento
vital se especifica que no se quiere el encarnizamiento terapéutico o acciones
terapéuticas sin esperanza, inútiles u obstinadas, ni la eutanasia entendida
como toda medida adoptada para acelerar la muerte de modo directo o
intencionado. De esta forma quedan garantizados los cuidados mínimos de
sustento vital, como lo es la comida y la bebida en cualquier persona, mientras
se considere razonable-mente útil, evitando toda forma de ensañamiento
terapéutico.
Fuente: Revista Ecclesia