Contrariamente a las otras fiestas tradicionales como la Navidad, la fecha de Pascua no es fija. ¿Por qué cambia cada año?
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La
Pascua es una fiesta móvil: su fecha varía de un año para otro. Ciertamente es
bastante incómodo en la práctica. Pero es una buena ocasión para recordar del
enraizamiento de la tradición cristiana en la tradición judía.
El día que la Pascua cristiana
dejó de coincidir con la Pascua judía
Antes de ser una fiesta
cristiana, la Pésaj es una fiesta bíblica. Es incluso, en el origen, una celebración
de la naturaleza. En la cultura nómada, el año comienza en primavera; se
celebra el nacimiento de los corderos que asegura el futuro del ganado y la
prosperidad del clan.
Sobre este telón de fondo, el
libro del Éxodo nos describe la gran epopeya de la salida de Egipto y el paso
del mar. El 14 del mes de Nisán (“el primer mes”) se convierte así en una
especie de fiesta nacional. Como el calendario de Israel es un calendario
lunisolar: los doce meses corresponden al ciclo lunar (veintinueve o treinta
días), y periódicamente, con un mes suplementario se recupera el año sobre el
ciclo del sol.
Los cristianos, por el contrario,
seguirán el calendario juliano. En efecto, bajo Julio César, Roma dio el paso
de un año de diez meses y trescientos cincuenta y cinco días, que comenzaba en
marzo, a nuestro año de doce meses y trescientos sesenta y cinco días, que
comienza el 1 de enero.
La Pascua cristiana ya no
coincidirá pues con la Pascua judía, y más todavía cuando lo que se quiere
honrar no es la fecha exacta de la Resurrección, sino el domingo más próximo a
esta fecha. Lo que no era más que el primer día de la semana se ha convertido,
efectivamente, en el domingo: dies dominicalis (el día del Señor).
¿Por qué la fecha de Pascua no
coincide en todas las Iglesias cristianas?
Hay que añadir a todo esto una
complicación suplementaria: la fecha de Pascua no coincide en todas las
Iglesias cristianas. El año del calendario juliano duraba once minutos de más.
En el Renacimiento el desajuste acumulado ya era insoportable. El Papa Gregorio
XIII suprimió diez días –así pues, Santa Teresa de Ávila murió la noche del 4
al… ¡15 de octubre de 1852! También suprimió algunos años bisiestos de
principio de siglo.
Pero el mundo ortodoxo no sigue
el calendario gregoriano. A ambos lados, se observa la misma regla, según el
edicto del concilio de Nicea. Pascua es el domingo que sigue al decimocuarto
día de la luna del equinoccio de primavera.
Pero según que el cómputo sea el
juliano o el gregoriano, la fiesta puede ser celebrada el mismo día (como los
años 2007, 2011, o el 2014), o hasta con cuatro a cinco semanas de distancia
(como el 2002, o este año).
Père Alain Bandelier
Fuente: Edifa






