Este martes pasado tuvo lugar un webinar para sacerdotes, religiosos y religiosas del Camino de Santiago
El arzobispo de esta
archidiócesis, Julián Barrio, indicó que «quienes peregrinan a
Santiago buscan el camino de la conversión hacia Dios Padre». «El Camino
de Santiago», explicó el arzobispo, «acoge a todos los que presienten la voz de
Dios, aunque muchas veces no sean conscientes de ello». Para Barrio, se trata
de un «camino de conversión, ofrecido a todo el que desee acoger la
experiencia, para el que no se exige una previa selección de candidatos, ni
tiene tampoco un numerus clausus. Todo lo contrario, uno de sus valores
permanentes estriba en que pone en contacto directo al alma y a Dios, incluso
para quienes todavía no han descubierto la fe cristiana. Esto tiene un especial
valor en nuestro tiempo en el que muchas personas todavía sienten nuestra
Iglesia lejana».
Esta pregunta fue la que
planteó Francisco José Prieto, obispo auxiliar de Santiago, durante
su ponencia sobre el Año Santo Compostelano y la Nueva
Evangelización.
A su juicio, «lo peculiar de la
Nueva Evangelización, tan urgente como necesaria, tan polivalente como
retadora, no estará en novedosas presentaciones ni en hábiles estrategias de
oferta religiosa, sino en la comunicación emocionada, más que doctrinal, de una
vivencia única». Y añadió que «la fe en Jesucristo no es un producto de
mercado, sino la experiencia de haber vivido, personal y comunitariamente, el
gozo de ser abrazados por un Amor incondicional, el de Dios mismo».
Prieto aseveró que «el Año Santo
y el Camino de Santiago son tiempo y espacio, un año de gracia y un tiempo
oportuno, horizonte y sendero en estos tiempos que, marcados por el drama y la
dureza de la pandemia, debemos recorrer con esperanza por las semillas de bien
que Dios sigue derramando en la humanidad y asumiendo que, ante este reto y
siempre, nadie se salva solo».
El obispo auxiliar dijo, también,
que «la llamada del papa Francisco a una conversión pastoral y misionera tiene,
en el Año Santo y en el Camino de Santiago, un apropiado tiempo y espacio: es
una invitación a ponernos en camino para salir de nuestras tierras, tantas
veces cómodas y refugio de nuestras rutinas».
Tal y como firman en la ACC, en el
encuentro estuvieron presentes Segundo Pérez López, delegado de
Peregrinaciones, y el deán de la Catedral, José Fernández Lago. Las
experiencias de acogida en la vida sacerdotal y religiosa corrieron a cargo de
las Hermanas Agustinas del Monasterio de la Conversión, en Carrión de los
Condes; de Antolín de Cela, delegado del Camino de Santiago de la diócesis
de Astorga; de César García Purroy, delegado del Camino de Santiago
de la archidiócesis de Pamplona; y de Camino Companions, Acogida en inglés en
Santiago.
Fuente: Revista Ecclesia