La Comisión Episcopal para la Educación y Cultura valora que el descenso de alumnos ha podido estar relacionado con la incertidumbre en torno a la LOMLOE
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Foto: Roldán Serrano |
Se trata de datos reales
obtenidos por las 69 delegaciones diocesanas de Enseñanza, relativos a 15.029
centros públicos, concertados y privados. Desde la Conferencia Episcopal
Española se postula que la bajada puede deberse a «la situación de
excepcionalidad en la que concluyó el curso anterior y ha comenzado el actual».
Las medidas de prevención frente a la COVID-19, aducen, podrían haber influido
al obligar a «reorganizar espacios y distribuir al alumnado» de formas
diferentes.
Incertidumbre por la LOMLOE
Otro factor que ha podido
influir, en su opinión, es «la incertidumbre generada al inicio de curso por el
debate mediático sobre la LOMLOE y la inestabilidad vertida sobre la clase de
Religión». En este sentido, la comisión episcopal pide que se valore que casi
3,5 millones de alumnos siguen eligiendo dar cada semana clase de Religión. Se
trata de «un dato muy elevado que hay que apreciar en el marco de una sociedad
plural de creciente diversidad cultural y religiosa». Al mismo tiempo, el
organismo «renueva su compromiso con la mejora permanente» de la materia.
«Especialmente en este momento en el que se va a iniciar la actualización de su
currículo en el marco de la LOMLOE».
En su nota, la Comisión Episcopal
para la Educación y Cultura reconoce «el buen trabajo del profesorado, en
general, y de todos los docentes de Religión, que han realizado un enorme
esfuerzo en su tarea educativa y en el acompañamiento a los alumnos y sus familias
en tiempos poco fáciles». Agradece también «la confianza de las familias» que
inscriben a sus hijos en Religión. Y las anima a seguir haciéndolo «como parte
de su educación integral».
Fuente: Alfa y Omega