La fiesta de Pascua es la fiesta de la libertad. Cristo vino a liberarnos de la esclavitud de nuestros impulsos que nos impedían ir hacia el Padre. Aprovechemos esta oportunidad para discutir la libertad con nuestros hijos
¿Qué
es la libertad? Haced esta pregunta a vuestro hijo adolescente sin que os
extrañe la respuesta: “La libertad es hacer lo que yo quiera”, es decir ¿hacer
tanto el bien como el mal? El mal comporta consecuencias pesadas, la libertad
nos permite elegir entre los diferentes bienes que se ofrecen a la persona.
Cómo haremos para que nuestros jóvenes tomen conciencia de esta verdad. No se
trata de decirles: “Tú no puedes”, sino todo lo contrario: “Tú puedes todo,
pero todo tiene consecuencias”.
Libre es quien construye la
felicidad lejos de la tiranía del placer y de la mirada de los otros
Señalaremos a nuestro adolescente
que el alcohol, como la sexualidad, no son malos en sí mismos, la sexualidad es
incluso particularmente bella y buena, es la expresión del amor a través del
cuerpo. Es el cómo los usamos lo que puede convertirlos en malos. Es pues
necesario que la persona, que no es solamente cuerpo, use su espíritu para
guiar su cuerpo. Dejarse guiar únicamente por los deseos del cuerpo le hace
perder su libertad.
Esta pérdida de libertad viene a
menudo de la confusión entre placer y felicidad. Observemos que el placer es
inmediato, lo que lo hace tan atractivo, pero se detiene rápido. La felicidad,
por su parte, se construye, pero puede durar. En la felicidad, hay placeres,
pero en el placer, no siempre hay felicidad… libre es aquél que construye la
felicidad lejos de la tiranía del placer y de la mirada de los otros. Libre es
aquél que elige seguir a Cristo que nos ha liberado de toda forma de tiranía.
Inès de Franclieu
Fuente: Edifa