1. El origen divino de la Iglesia
![]() |
| Religión en libertad |
La Resurrección de Jesucristo es el dogma central del Cristianismo y constituye
la prueba decisiva de la verdad de su doctrina. «Si Cristo no resucitó -
escribió San Pablo -, vana es nuestra predicación y vana es vuestra fe» (I Cor
XV, 14). Desde entonces los Apóstoles se presentarían a sí mismos como
«testigos» de Jesucristo resucitado (cfr. Act II, 22; III, 15), lo anunciarían
por el mundo entero y sellarían su testimonio con la propia sangre. Los
discípulos de Jesucristo reconocieron su divinidad, creyeron en la eficacia
redentora de su Muerte y recibieron la plenitud de la Revelación, transmitida
por el Maestro y recogida por la Escritura y la Tradición.
Pero Jesucristo no sólo fundó una religión "el Cristianismo", sino
también una Iglesia. La Iglesia "el nuevo Pueblo de Dios" fue
constituida bajo la forma de una comunidad visible de salvación, a la que se
incorporan los hombres por el bautismo. La constitución de la Iglesia se
consumó el día de Pentecostés, el día en que el Espíritu Santo desciende sobre
los discípulos, y a partir de entonces comienza propiamente su historia.
Por: Concepción Carnevale
Fuente: Catholic.net






