Conclusión del Congreso Eucarístico Internacional en Budapest: Dejemos que el encuentro con Jesús en la Eucaristía nos transforme
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Attila KISBENEDEK / AFP |
«Dejemos que el encuentro con Jesús en la
Eucaristía nos transforme». El papa Francisco pidió que la
«Eucaristía», nos lleve «a sentirnos un solo Cuerpo, a partirnos por los demás».
Lo dijo ante miles de los fieles reunidos en la Plaza de los Héroes de
Budapest para la celebración de la Santa Misa al final del 52º Congreso Eucarístico
Internacional.
¿Qué quiere decir caminar en pos de Jesús?
Es ir adelante por la vida con su misma confianza, la de ser hijos amados de
Dios. Es recorrer el mismo camino del Maestro, que vino a servir y no a ser
servido (cf. Mc 10,45). Es dirigir cada día nuestros pasos al
encuentro del hermano, expresó el Papa vestido con casulla amarilla.
El papa Francisco recordó a los mártires de la fe en el país que sufrió el totalitarismo ateo.
Francisco les recordó sus raíces
cristianas así «como transformó a los grandes y valientes santos que ustedes
veneran, pienso en san Esteban y santa Isabel».
«Como ellos, no nos contentemos con
poco, no nos resignemos a una fe que vive de ritos y de repeticiones, abrámonos
a la novedad escandalosa de Dios crucificado y resucitado, Pan partido para dar
vida al mundo. Entonces viviremos en la alegría; y llevaremos alegría«,
sostuvo ante 10o.00o personas.
Este Congreso Eucarístico Internacional es
un punto de llegada de un camino, afirmó el Papa, «pero hagamos que sea sobre
todo un punto de partida. Porque el camino en pos de Jesús invita a mirar hacia
adelante, a acoger la novedad de la gracia, a hacer revivir cada
día dentro de nosotros ese interrogante que, como en Cesarea de Filipo, el
Señor dirige a sus discípulos: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?».
Seguir
a Cristo
En su homilía, el Papa ha invitado a
seguir la perspectiva de Dios, no del mundo, o del diablo, como en el
Evangelio, Pedro fue alertado por Jesús, quien «comenzó a reprenderlo (cf. v.
32). Nos puede pasar también a nosotros que llevemos “aparte” al Señor, que lo
pongamos en un rincón del corazón, que continuemos sintiéndonos religiosos y
buenos y sigamos adelante por nuestro camino sin dejarnos conquistar por la
lógica de Jesús».
Jesús, dijo, sin embargo, «nos acompaña en
esta lucha interior, porque desea que, como los Apóstoles, elijamos estar
de su parte. Está la parte de Dios y está la parte del mundo».
Diferencia…
«La diferencia no está entre el que es
religioso y el que no lo es. La diferencia crucial es entre el verdadero Dios y
el dios de nuestro yo. ¡Qué lejos está Aquel que reina en silencio sobre la
cruz, del falso dios que quisiéramos que reinase con la fuerza y redujese al
silencio a nuestros enemigos!», explicó.
«¡Qué distinto es Cristo, que se
propone sólo con amor, de los mesías potentes y triunfadores, adulados por el
mundo! Jesús nos sacude, no se conforma con las declaraciones de fe, nos pide
purificar nuestra religiosidad ante su cruz, ante la Eucaristía».
Adoración
El Pontífice afirmó que nos «hace bien
estar en adoración ante la Eucaristía para contemplar la fragilidad de Dios.
Dediquémosle tiempo a la adoración. Dejemos que Jesús, Pan vivo, sane nuestras
cerrazones y nos abra al compartir, nos cure de las rigideces y del encerrarnos
en nosotros mismos, nos libere de las esclavitudes paralizantes de defender
nuestra imagen, nos inspire a seguirlo adonde Él quiera conducirnos. De este
modo llegamos al tercer paso».
Saber
dar un paso atrás
El Papa ha indicado el camino en
pos de Jesús. ««¡Ponte detrás de mí, Satanás!» (v. 33). De ese modo Jesús
atrae de nuevo a Pedro hacia Él, con una orden dolorosa, dura. Y afirmó que
el cristiano sabe dar “un paso atrás”.
«El camino cristiano no es una búsqueda
del éxito, sino que comienza con un paso hacia atrás, con un descentramiento
liberador, con el quitarse uno del centro de la vida. Es entonces cuando
Pedro reconoce que el centro no es su Jesús, sino el
verdadero Jesús. Caerá de nuevo, pero de perdón en perdón reconocerá cada
vez mejor el rostro de Jesús. Y pasará de la admiración estéril por Cristo a la
imitación concreta de Cristo».
Dejemos que Jesús, Pan vivo, sane nuestras cerrazones
y nos abra al compartir, nos cure de las rigideces y del encerrarnos en
nosotros mismos, nos libere de las esclavitudes paralizantes de defender
nuestra imagen, nos inspire a seguirlo adonde Él quiera conducirnos.
Papa
Francisco
Ángelus
“¡Que la cruz sea para ti un puente entre
el pasado y el futuro! Dijo el Papa Francisco después de predicar la oración
del Ángelus en la Plaza de los Héroes en Budapest. El sentimiento religioso es
«el alma de esta nación tan apegada a sus raíces», enfatizó. Pero la cruz,
“plantada en la tierra, además de invitarnos a echar raíces bien, alza y
extiende sus brazos hacia todos: nos urge a mantener las raíces sólidas, pero
sin partición”.
Así, exhortó a los húngaros a “mantener
nuestras raíces firmemente plantadas, pero sin atrincherarnos; a beber de los
manantiales, abriéndonos a los sedientos de nuestro tiempo”. “Mi deseo es que
seas así: con los pies en la tierra y abierto, arraigado y respetuoso. ¡Isten
éltessen!”, sostuvo en húngaro el obispo de Roma.
Por ultimo, el Papa recordó que hoy, no
lejos de aquí, en Varsovia, “son proclamados beatos dos testigos del Evangelio:
el cardenal Stefan Wyszyński y Elisabetta Czacka, fundadora de las Hermanas
Franciscanas Siervas de la Cruz. El Primado de Polonia, que fue detenido y
encarcelado, fue siempre un pastor valiente según el corazón de Cristo, un heraldo
de la libertad y la dignidad humana; la hermana Elisabeth, que perdió la vista
siendo muy joven, dedicó toda su vida a ayudar a los ciegos. Que el ejemplo de
los nuevos beatos nos anime a transformar la oscuridad en luz con la fuerza del
amor, concluyó.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia