El mayor pecado para un apóstol es el miedo; el miedo de un apóstol es el primer aliado de sus enemigos” (Stefan Wyszyński 1901-1981)
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fot. Instytut Prymasowski Stefana Kardynała Wyszyńskiego |
El
papa Francisco ha expresado su alegría por la beatificación del cardenal Stefano
Wyszyński y de la madre Elisabetta Rosa Czacka, que
se llevará a cabo el próximo 12 de septiembre en Polonia.
El Papa latinoamericano ha indicado que sin las enseñanzas y el
testimonio del cardenal Wyszyński, la Iglesia no tendría un santo como, san
Juan Pablo II, citando las palabras de su predecesor.
«No habría
este Papa polaco en la Sede de Pedro si no hubiera sido por tu fe, que no se
doblegó ante la prisión y el sufrimiento, tu esperanza heroica, tu confianza en
la Iglesia que es Madre hasta el final”.
Un discípulo valiente
“El mayor
pecado para un apóstol es el miedo; el miedo de un apóstol es el primer aliado
de sus enemigos”.
(Stefan Wyszyński 1901-1981),
Reflexiones que escribió desde la cárcel.
Juan Pablo II también afirmó que el
cardenal polaco era un ejemplo de pastor bondadoso, mientras lloraba su muerte
el 28 de mayo de 1981: Él era «la piedra angular de toda la Iglesia de
Polonia». La noticia le llegó cuando aun estaba convaleciente luego de ser
herido en Plaza de San Pedro.
Wyszyński fue primado de Polonia desde
1948 hasta su muerte, el pueblo polaco lo considera asimismo un “padre de la
patria” dado que no abandonó el grey en el momento más duro de la represión del
nazismo.
Un pastor amado por
su pueblo
Un “pastor bueno” como lo llamaba Juan Pablo II, que defendió la
Iglesia contra el comunismo. Wyszyński fue cardenal en enero del ’53, y
pagó con la cárcel su fidelidad a la Iglesia.
El régimen comunista le ordenaba silencio para proseguir con su
plan de menospreciar la libertad de culto. Detractor del totalitarismo, el
llamado ‘santo de la nación’, por su pueblo, manifestó su adhesión a la Iglesia
de Cristo y, por ello, fue detenido en plena noche. Pasó tres años en prisión,
de 1953 a 1956, donde sufrió violencia, vejaciones y tortura.
Apenas fue liberado reanudó sus actividades pastorales,
convirtiéndose en un símbolo de la libertad, la justicia, el respeto a la
humanidad y la unidad de todos los polacos.
Camino a los altares
El 19 de diciembre de 2017, el papa Francisco reconoció sus
virtudes heroicas. Entretanto, en 2019 se constató un milagro, la curación de
una joven enferma de cáncer de tiroides.
Así, el próximo 12 de septiembre, se celebrará la ceremonia de
beatificación del pastor que inspiró a Karol Wojtyła, en Varsovia,
la ciudad donde fue arzobispo.
El mismo día, será beatificada también la religiosa Elisabetta
Rosa Czacka, que quedó ciega tras un accidente y dedicó su vida
a los invidentes. Murió el 15 de mayo de 1961.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia