La Conferencia Episcopal ha presentado la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que se celebra el próximo domingo
Foto: CEE |
«No más un sálvese quien pueda.
Trabajemos juntos hacia un nosotros cada vez más grande». Es el grito que
lanza Xabier Gómez, dominico y responsable del Departamento de
Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE) con motivo de la Jornada
Mundial del Migrante y Refugiado que la Iglesia universal celebra el próximo
domingo con el lema Hacia un nosotros cada vez más grande.
«Nuestro mensaje es sencillo.
Vivimos en un mundo donde todo está conectado. Están conectadas las causas de
los problemas, pero también las soluciones y los procesos que los ponen en
marcha», ha afirmado durante la presentación de este evento y de los materiales
preparados para la ocasión.
Por su parte, José Cobo, obispo
responsable del citado departamento, ha insistido en la necesidad de «aprender
a mirar las migraciones desde dios». «Aprender –ha continuado– no solo a
solucionar problemas, sino a construir un nosotros más amplio. Dejar de hablar
de ellos y pasar al nosotros, buscar antes que las diferencias la dignidad que
nos une y, desde ella, construir la fraternidad».
Para el también obispo auxiliar
de Madrid, la clave para afrontar los retos que plantea esta realidad social
tienen que ver con el respeto de la dignidad humana. «No hay personas de
primera o de segunda. Hay personas», ha añadido.
Luz para la sociedad
En este sentido, ha puesto en
valor el trabajo que está realizando la Iglesia en lugares visibles –Ceuta,
Canarias…– o en otros que lo son menos –en la España interior–, donde ofrece
«espacios de acogida y de encuentro que quieren ser una forma de luz para
nuestra sociedad».
Así, ha ofrecido todas las
fuerzas de la Iglesia a la sociedad civil para «construir un nosotros en
mayúsculas», pues, según ha subrayado, «somos expertos en humanidad y tenemos
una propuesta antropológica fascinante». «El Evangelio es un libro abierto que
nos ayudará a construir una sociedad nueva», ha concluido.
Una labor que también ha puesto
en valor el padre Gómez, que ha destacado que la Iglesia sigue reivindicando la
ternura a través de la protección de los menores, del rescate de víctimas de
trata y de la sanación de cuerpos, mentes y corazones.
Fran Otero
Fuente: Alfa y Omega