SANTIAGO CAÑIZARES: «SENTÍ LA PRESENCIA DE DIOS AL LADO DE MI HIJO»

El exfutbolista reconoce en el nuevo capítulo de Haciéndote preguntas, iniciativa del CEU y de ABC, que el deporte y la fe jugaron un papel fundamental en la gestión del dolor

Santiago Cañizares. Foto: CEU

El exfutbolista, comentarista deportivo y ahora youtuber Santiago Cañizares es el protagonista de un nuevo capítulo de Haciéndote preguntas –iniciativa del diario ABC y el CEU– en el que habla sobre «el golpe más duro de su vida», la muerte de su hijo Santi. 

Y lo hace con naturalidad para reconocer que el deporte y la fe jugaron un papel fundamental a la hora de afrontarla.

«El deporte estuvo presente en la gestión del dolor. También la fe. Hace que veas y estés convencido de que la muerte no es el final», reconoce Cañizares ante las preguntas de varias personas, entre ellas niños, jóvenes y madres de familia.

Según dice, la fe que tienen «es el mayor consejo y el mayor consuelo que le puedes dar a una familia». «Además, tengo una mejor relación con la muerte desde que sé que me reuniré con él [su hijo]. Es muy duro saber que vas a perder a tu hijo, pero también es muy gratificante pensar que la muerte no es el final, que se va a otro lugar probablemente mejor de lo que estamos», explica.

En este sentido y ante la pregunta de un niño que había perdido a su hermano, el exportero –jugó en el Real Madrid, en el Celta de Vigo, el Valencia y la Selección Española– afirma que su hijo está «probablemente más cerca de Dios de lo que lo estamos nosotros». 

Y concluye sobre este tema: «Yo sentí cómo Dios se lleva a mi hijo. Sentí la presencia de Dios muchas veces al lado de mi hijo. Entendí su marcha».

Durante la entrevista, Santiago Cañizares aborda distintas cuestiones, desde la salud mental en el deporte, la fama, la deportividad o las victorias y las derrotas. Y deja una enseñanza para la vida: «Lo más inteligente es minimizar los éxitos y los fracasos, tener un rumbo y poner todo tu esfuerzo en las cosas que sí estén en tu mano».

Fran Otero

Fuente: Alfa y Omega