La madre del joven Paolo dice que los médicos estaban casi seguros de que tenía un tumor cerebral. Hoy, no hay señales de cáncer
Antoine Mekary | ALETEIA |
Nuestros
lectores tal vez recuerden al niño encantador que se unió al Papa Francisco en
el escenario de la audiencia general del 20 de octubre.
Mons. Leonardo Sapienza dejó su asiento a la derecha del Papa,
ante el aplauso de los centenares de fieles reunidos en el Aula Pablo VI, para
que el niño pudiera sentarse.
El niño estaba bastante interesado en
el gorro del Papa, y parecía decidido a investigarlo, incluso tomando a uno de
los prelados a mano para ayudarlo. El niño se mostró visiblemente complacido
cuando le dieron uno propio y regresó a su casa con su mamá.
Ese
niño era Paolo Bonavita, de 10 años. Y, según un informe de CBS News, su
interacción con el Papa podría haber sido más que divertida: su madre afirma
que fue milagrosa.
Así, cuando Paolo, confiado, subió las escaleras en el Aula Pablo
VI – el Papa habló de él como un ejemplo de libertad, justo lo que estaba
enseñando en sus reflexiones sobre Gálatas – ese paso fue en sí mismo un
«verdadero regalo», según su madre, Elsa Morra.
¡Esto no puede estar pasando!
«Al verle subir escaleras solo, cuando normalmente necesita ayuda,
pensé: ‘Esto no puede estar pasando'», dijo a CBS News. Y esto, especialmente
porque los médicos estaban «casi seguros de que se trataba de un tumor
cerebral».
Posteriormente, el Papa Francisco pudo saludar personalmente a
Morra y decirle que estaría orando por Paolo.
«Me tomó de la mano y me dijo: ‘Para ti, lo imposible no existe'»,
dijo, según CBS.
Menos de un mes después, los médicos le han dicho a Morra que
Paolo no tiene signos de cáncer y que sus síntomas han mejorado.
Morra dijo que le diría al Papa: «Gracias por el milagro».
Kathleen Hattrup
Fuente: Aleteia