La Asociación de Belenistas de Madrid vuelve a sorprender con su montaje estrella, el de Sol: tres islas emergidas del mar en las que sobresale el árbol de la vida que cobija la Natividad
Foto: María Pazos Carretero |
Tres plataformas de cinco metros de diámetro cada una;
20.000 litros y 24 bombas de agua; 720 kilos de corcho; más de 160 figuras; un
año y medio de trabajo de 30 personas; 215 metros cuadrados… La Asociación de Belenistas de
Madrid lleva poniendo el belén de la Comunidad de Madrid desde 2003;
todos los años es de estreno, y ninguno defrauda. El de este 2021 ha sido
diseñado íntegramente por el maestro belenista José Francisco Serrano. «Es un sueño
hecho realidad», porque esta escenografía lleva en su corazón desde 2019: iba a
ser la de la Navidad de 2020 si la pandemia no hubiera obligado a hacer uno
menos ambicioso, pero igual de cuidado, que se situó en el exterior de la sede
del gobierno regional, en la Puerta del Sol. «Empecé a darle vueltas al tema de
las plataformas flotantes inspirado en las montañas japonesas» y con el agua,
la «fuente de la vida», como elemento esencial. «Es una simulación del renacer
a una nueva vida, esa que nos trajo Jesús cuando nació», añade Fernando de
Miguel, vicepresidente primero de la asociación. Las plataformas representan
los tres continentes conocidos en aquella época (Asia, África y Europa) que
emergen del mar, y en el centro se sitúa el árbol de la vida del que habla el
Génesis, cobijando la escena de la Natividad.
La asociación ha montado 21 belenes más,
como el de la Consejería de Cultura, siguiendo el especial empeño de Madrid de
dar un sentido a la Navidad con la revalorización del belén. Es un homenaje a
Emilia Pardo Bazán en el centenario de su fallecimiento y está diseñado como se
hacía en la época: con velas para alumbrar, cristales para simular el río y
pinsapo para adornar. Destacan también los belenes del Ayuntamiento de Madrid y
de las juntas de distrito de Tetuán, con una escenografía medieval, y de
Arganzuela, con una Anunciación que copia a El Greco y una Natividad estilo
Murillo. Y por último, el montaje del Pueblo de la Navidad, en Ifema, de 75
metros cuadrados, un belén pétreo en el que destaca la columnata del templo
egipcio.
Begoña
Aragoneses
Fuente: Alfa y Omega