Se trata de “una familia afgana y el niño tiene 18 meses”
Papa Francisco saluda en el Vaticano a refugiados de Afganistán. Foto: Pablo Esparza / ACI Prensa |
El Papa Francisco saludó y bendijo en el Vaticano a un niño
enfermo acompañado por su familia, todos refugiados procedentes de Afganistán
que acaban de llegar a Italia para que el pequeño reciba asistencia médica. El
Santo Padre los encontró por primera vez durante su reciente visita a la isla
griega de Lesbos.
El conmovedor encuentro se llevó a cabo en el Aula Pablo VI este
miércoles 22 de diciembre al concluir la
Audiencia General.
Según informó la oficina de prensa de la Santa Sede, el Papa
saludó al niño “que encontró en el campo Mavrovouni
de Lesbos, junto a su familia, quienes llegaron a Roma para recibir
tratamiento gracias a la intervención del Santo Padre y a los esfuerzos de la
Comunidad de San Egidio”.
El pequeño será atendido en el hospital pediátrico “Bambino Gesù”.
Un signo que sirva de estímulo
Por su parte, después de impartir su catequesis semanal el Santo
Padre describió que durante su viaje a Chipre y Grecia “pude comprobar por mí
mismo, una vez más, la humanidad herida de los refugiados y los migrantes”.
En esta línea, el Papa lamentó también “vi cómo solo unos pocos
países europeos están cargando con la mayor parte de las consecuencias del
fenómeno migratorio en la zona del Mediterráneo, cuando en realidad requiere
una responsabilidad compartida de todos, de la que ningún país puede escapar,
porque es un
problema de la humanidad”.
“En particular, gracias a la generosa apertura de las autoridades
italianas, pude traer a Roma a un grupo de personas que conocí durante mi
viaje: algunas de ellas están hoy aquí entre nosotros. ¡Bienvenidos! Nos
ocuparemos de ellos, como Iglesia, en los próximos meses. Es un pequeño signo, que espero
sirva de estímulo a los demás países europeos, para que
permitan que las realidades eclesiales locales se hagan cargo de otros hermanos
y hermanas que necesitan urgentemente ser reubicados, acompañados, promovidos e
integrados”, señaló el Papa.
Además, el Santo Padre explicó que “de hecho, hay muchas iglesias
locales, congregaciones religiosas y organizaciones católicas que están
dispuestas a acogerlos y acompañarlos hacia una integración fructífera”.
“Todo lo que se
necesita es abrir una puerta, ¡la puerta del corazón! ¡No dejemos de hacerlo esta Navidad!”,
pidió el Papa.
Previamente, el Santo Padre recibió en su reciente
cumpleaños a un primer grupo de refugiados que llegaron de
Chipre. En ese encuentro, el Papa escuchó sus historias. Las personas procedían
del Congo Brazzaville, la República Democrática del Congo, Camerún, Somalia y
Siria.
Además, en aquella ocasión, el Papa fue informado sobre este niño
que conoció en el campo de Mavrouni, en Lesbos, y supo que estaba por viajar a
Italia con su familia para recibir un tratamiento de salud en el hospital
pediátrico “Bambino Gesù”.
Por Mercedes de la Torre