"Quien busca el buen grano, lo encuentra en la espiga, quien busca oro fino, lo encuentra en la mina. Quien busca a Jesús, lo encuentra en María"
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“… el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: “Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo».
Lucas 1
Una vez leí la historia de un asiático muy espiritual que
emprendió un largo viaje buscando a Jesús.
“En todas partes preguntaba: “¿Dónde
podré encontrar a Jesucristo?” Un día se encontró con un santo, un hombre de
oración, devoto de la Virgen que lo llevó ante una imagen de nuestra Madre del
cielo y le dijo:
“Quien busca el buen grano, lo
encuentra en la espiga, quien busca oro fino, lo encuentra en la mina. Quien
busca a Jesús, lo encuentra en María”.
Es tu madre, te ayudará
Es una madre que desde el cielo se preocupa por nuestras
necesidades físicas y espirituales y nuestra salvación eterna. Buen decía san
bernardo:
“En
los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María”.
Jesús mediador, María intercesora
Es curioso, cuando escribo sobre nuestra Madre del Cielo, salta
una que otra persona tratando de confundir hábilmente, diciéndote que solo hay
un mediador ante Dios y es Jesús. Lo cual es cierto. Lo dice la Biblia:
«Porque hay un
solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús,
hombre también»
1 Timoteo
Pero la forma como lo dicen, el contexto, es una verdad a medias.
Los católicos jamás hemos dicho que la Virgen Nuestra Madre es
mediadora ante Dios. Sabemos que Jesús es el “Camino, la verdad y la vida”. Jesús es el
mediador. La Virgen es la intercesora. Son dos cosas
diferentes.
¿Qué significa esto? Cualquiera puede interceder ante Dios por
las necesidades de otros.
Pedir, por ejemplo, con sus oraciones para que Dios se compadezca
y ayude a un familiar enfermo a sanar.
De hecho, todos hemos rezado alguna vez pidiendo a Dios la salud o
la conversión de alguna persona, incluso pedimos por nuestras hermanas, las
Benditas Almas del Purgatorio, por el Papa, la Iglesia, la santidad de los
sacerdotes, la familia.
Y esto es un acto de misericordia que Dios valora mucho. La Biblia
habla de ello, la oración de intercesión.
«¿Hay alguno
enfermo? Que llame a los ancianos de la Iglesia, que oren por él»
Santiago 5
El poder de María
La Virgen intercede por todos nosotros
ante Jesús que es su hijo, y sabemos de sobra que Jesús NUNCA LE NEGARÁ NADA a
su Madre.
De hecho, el primer milagro registrado
de Jesús en las Sagradas Escrituras ocurrió por la intercesión de
su Madre, la bienaventurada y SIEMPRE VIRGEN MARÍA.
«Esta señal milagrosa fue la primera”.
Juan 2, 11
Abre tu Biblia, busca en Juan 2 y lee:
“Tres días más tarde se
celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús
estaba allí. También
fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se
terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces
la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le
respondió: «Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi
hora.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga.»”
Por tanto, no te dejes confundir, ama
a María, no tengas reparo en pedir sus favores y protección maternal para que
lleve tus peticiones a su Hijo Jesús.
Lo que ella te dará
Hónrala como Madre de nuestro Salvador, la llena de gracia. Y si
tienes alguna duda, lee Lucas 1 y mira lo que ocurre cuando María saluda a su
prima Isabel.
«En aquellos días, se levantó
María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró
en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el
saludo de María, saltó
de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de
Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú
entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí
que la madre de mi Señor venga a mí?»
Me brota del alma esta exclamación: “¡Qué bella eres María, Madre
de nuestro Salvador!”
Y ¿qué nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica?
969 …continúa
procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la
salvación eterna […] Por eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con
los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro…
970 La misión maternal de María para con los hombres
de ninguna manera disminuye o hace sombra a la única mediación de Cristo.
Y yo como católico, ¿qué debo hacer? La
respuesta es sencilla. Acude a María con
confianza, pide su protección maternal y hazle caso cuando te dice:
“Hagan
lo que Jesús les diga”.
Claudio de Castro
Fuente: Aleteia