Un hecho documentado por los escritos de la época
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Corría el año 1453 y en un
pequeño pueblo de la ciudad de Bérgamo en Italia, llamada Ghisalba, la Virgen
María decide aparecerse a una humilde campesina anciana llamada Toniola.
Como de costumbre, la campesina
se preparó a las primeras horas del alba para realizar sus labores cotidianos.
Era el 14 de agosto, la vigilia de lo que mucho más tarde (después del año
1950) se festejaría el dogma de la Asunción.
Al ver que el granizo había
destruido prácticamente toda la cosecha, se dirigió a la iglesia más cercana
para rezar sus oraciones. Apenas terminados sus rezos, se preparó para
desayunar cortando una rodaja de pan y bebiendo un poco agua.
La Virgen apuñaló a Toniola sin
hacerle ningún daño, y sin que la campesina
Toniola era una mujer muy
respetada por su piedad popular, que vivía en una época marcada por las
epidemias, las guerras, la pobreza y la decadencia moral y de fe.
En una época de bandidos y
acuchilladores, la Virgen María, emplea un signo explícito, con un lenguaje
crudo para que todos los que estaban alejados de la fe, entendieran el mensaje.
La humilde Toniola, cumplió con
su encargo y cuando la capilla fue terminada, se extrajo el cuchillo de la
garganta sin ninguna dificultad, y delante de todo el pueblo que con gran
estupor miraban asombrados.
A la Virgen fue llamada, Virgen
de la Consolación, porque trajo consolación a todo el pueblo de Ghisalba en una
época bastante oscura.
Este hecho increíble está
documentado no solo por los documentos escritos de la época, sino también por
una pintura dividida en tres tiempos que se conserva en el santuario: la
aparición de la Virgen a Toniola, Toniola ante la Virgen con el cuchillo en la
garganta y Toniola ante las autoridades con el cuchillo en la garganta. Debajo
de las pinturas se lee toda la historia.
Por encima de la primera capilla
construida para la Virgen luego se construyó una iglesia, que fue reconstruida
en el siglo XVII y restaurada en 1850, dando lugar al santuario actual ubicado
a aproximadamente 1 km a las afueras del pueblo, hoy meta de tantos peregrinos.
Maria Paola Daud
Fuente: parrocchiaghisalba.it/ Aleteia