El sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus, compartió algunos consejos para vivir las 3 dimensiones fundamentales de la Cuaresma: el ayuno, la oración y la limosna
| Imagen referencial. Crédito: Fa Barboza / Unsplash. |
En una columna publicada en CNA
Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, el sacerdote indicó que los
cristianos "no somos maestros 'yogis' que deban realizar prácticas
ascéticas exigentísimas”, sino que, como discípulos de Jesús "debemos
experimentar la pobreza espiritual y a veces material, para dejar así que el
Señor nos gratifique”.
Aquí los consejos para vivir
mejor esta Cuaresma:
1. Ayuno
El ayuno “no se trata solo de lo
que se refiere a la comida”, sino también de “la renuncia de la televisión,
celular y radio, a dejar de usar el auto privado para subirnos al transporte
público”.
“Jesús mismo ayunó 40 días en el
desierto hasta sentir hambre. Tampoco nosotros deberíamos asustarnos con la
Cuaresma, con el sentir hambre, pues a través de este ofrecimiento, tal como
promete el Señor, podemos hacer que nuestra oración produzca muchos más
frutos”, detalló.
Además, aseguró que el ayuno
“puede tomar diversas formas” como una sola comida fuerte y dos pequeños
refuerzos (es la prescripción cuaresmal de la Iglesia para el Miércoles de Ceniza
y el Viernes Santo), comer solo pan y agua (o tal vez frutas y verduras) o
esperar hasta la noche para tomar una comida fuerte.
“Por supuesto, la renuncia a las
golosinas y dulces, al café y el alcohol son ofrecimientos que le hacen bien a
la salud corporal, y que a veces pueden significarnos mayor dolor que el ayuno
propiamente”, añadió.
2. Oración
El sacerdote indicó que la oración
es “punto central” de este tiempo de preparación para la Pascua, entendiendo
oración como “encuentro personal con Dios”.
Por tal motivo, recomendó
levantarse 10 minutos antes para comenzar el día con Dios en oración; visitar
cada día, al menos de forma breve, una iglesia y adorar el Santísimo; rezar el
Rosario diariamente o el Vía Crucis los días viernes; y agradecer a Dios cada
día, también en los momentos difíciles.
Asimismo, para estar mejor
preparados para orar, alentó a colocar sobre el escritorio una imagen de Jesús
o un crucifijo para tener al Señor siempre presente; leer diariamente las
Sagradas Escrituras memorizando versículos; y leer un buen libro espiritual
antes de ir a dormir.
3. Limosna
“Bajo la idea de limosna
entendemos las buenas obras que hacemos por los demás. La Cuaresma es una
escuela activa de amor al prójimo”, explica Mons. Kolfhaus.
En ese sentido, el sacerdote
exhortó a hacer una buena obra cada día.
Por ejemplo, rezando por las
víctimas de las guerras y catástrofes naturales; dando limosna al mendigo o
donando objetos que sean importantes y valiosos.
Mons. Kolfhaus también se refirió
a donar el propio tiempo, es decir, separar momentos del día para conversar con
algún vecino, llamar a antiguos conocidos, escribir cartas o ser paciente con
colegas del trabajo.
Ofrecimientos o mortificaciones
Según Mons. Kolfhaus, el Señor
Jesús “quien estuvo sediento en la Cruz, puede ser consolado por nosotros,
cuando le ofrecemos nuestro amor, manifestándoselo al cargar con nuestra propia
Cruz”.
“No se trata de grandes
sufrimientos o dolores, sino de grandes manifestaciones de amor. Más importante
que la ofrenda en sí son el amor y la confianza”, destacó.
El sacerdote sostuvo que durante
la Cuaresma, los fieles pueden “cargar su cruz” soportando pacientemente las
enfermedades o los problemas.
Indicó, además, que uno puede ser
creativo con los ofrecimientos, por ejemplo, no hablando mal de los demás,
ducharse con agua fría, renunciar a comidas o bebidas que gustan, subir las
escaleras en vez de utilizar el ascensor.
En la vida religiosa, Mons.
Kolfhaus destacó algunas opciones como hacer recorridos largos a pie rezando el
Rosario, rezar de rodillas, rezar abriendo los brazos o hacer peregrinaciones
cortas a pie.
Fuente: ACI Prensa





