La temperatura de noche es de 6 grados bajo cero y hay horas de espera. Miles de niños a la intemperie. Begoña se ha puesto al frente de un grupo de recogida y distribución de ropa a los refugiados
| En la frontera de Hrebenne (Polonia), los voluntarios van en sus coches a buscar a refugiados ucranianos que están a la intemperie/Gentileza |
«Que
no venga la guerra en invierno», reza un dicho popular en muchos países del
Este. Lamentablemente eso lo que ha ocurrido en Ucrania. Los ucranianos
-mujeres, niños y ancianos sobre todo- se marchan de sus casas con lo puesto. Algunos
con una pequeña maleta y un bebé en brazos. Han llegado ya a dos puntos de frontera con
Polonia más de 400.000 refugiados. Gente como nosotros.
En Polonia, Begoña Herrera es una de las personas que trata de
canalizar la ayuda a las personas que van llegando. Ella es una
arquitecta española que vive y trabaja allí desde hace 30 años. Desde
una fundación que creó hace dos años dedicada a la moda y a la autoestima de la
mujer, Pro Style, ha puesto en marcha la
recogida de ropa para los refugiados. En Varsovia hay 4
grados de temperatura a mediodía. Para esta noche se esperan 6 grados bajo
cero.
«La gente en Polonia se ha volcado en
ayuda humanitaria. Todo el país absolutamente. Estamos unidos y se atiende a
todo el mundo. No hay diferencias por
cuestiones de política. Lo esencial son las personas», explica. «Pero ahora se trata de pongamos la cabeza para que
la ayuda sea efectiva.«
Ella
pensó en la ropa porque «es un elemento importante. Estas personas no tienen
nada y hace frío» (aquel dicho es real, «que no venga la guerra en invierno»).
Y ha activado el perfil de Instagram de
Pro Style para que puedan llegar ahí los mensajes de ayuda.
Van en sus coches particulares hasta
Ucrania
«El
punto más frágil de la ayuda -dice Begoña- está en la frontera,
porque hay horas y horas de espera para cruzar. Vimos que a los coches
ucranianos se les hace esperar más que a los polacos que regresan a su país,
así que muchos voluntarios van con su coche particular hasta la frontera,
cruzan, recogen a refugiados y se los llevan a Polonia. Con la matrícula
polaca, pasan antes». A las primeras personas que van a buscar
los voluntarios son a las mujeres embarazadas y con bebés,
explica.
Marta es una de ellas. Fue en su automóvil hasta la frontera de
Hrebenne (Hrebennym en polaco), a cuatro horas de Varsovia. Hizo las dos
fotografías que aparecen en este reportaje. Era de noche y no había tiempo que
perder. Se la partía el alma viendo bebés a la intemperie con aquel frío
helador.
Tatiana, que vive en la frontera con
Rusia desde hace 6 años, también acudió a la frontera con su coche y movilizó a
otras personas
Begoña explica que es admirable lo
volcado que está todo el país en los que llegan. «Una vez en Polonia se les
atiende, se les da comida o asistencia médica para los que la necesitan.
También se les lleva hasta el tren público. El gobierno ha decidido que el tren
es gratuito para los ucranianos, así que pueden desplazarse por todo el país.
Esto facilitará que quien tenga familiares o amigos pueda llegar adonde
necesite». Desde Hrebenne hay 6 horas de trayecto hasta Varsovia.
«Está
siendo una movilización completa. Los refugiados van a casas de familias que
han ofrecido alojamiento, instituciones como Caritas, la Orden de los Caballeros
de Malta, los scouts, las Universidades… En el caso de las Universidades,
cada una de ellas ha ofrecido lugar para cientos de personas.»
«Que sea ropa nueva no es una tontería»
Al recoger la ropa para darla a los refugiados, Begoña se ha
orientado en dos tipos de ayuda: «Por un lado, el dinero que puede enviarse
desde países extranjeros a la cuenta de ProStyle. En cambio, a los polacos les estamos
pidiendo que donen ropa nueva«.
¿Por qué ha de ser nueva? «Es una cuestión de dignidad, de
autoestima. No es ninguna tontería. Estas personas han dejado familia, casa,
patria. Si se les da ropa nueva les ayudaremos a mantenerse con mejor ánimo en
medio de tanta dificultad y verán que nos importan». Al mismo tiempo, «para los
polacos va
a suponer un verdadero espíritu de desprendimiento. No se trata de dar de lo que te sobra sino
de lo que valoras». Está convencida de que «esto nos va a
hacer mucho bien».
Quien desee ayudar económicamente, puede hacerlo a través de la
fundación Pro Style. han de constar estos datos: Beneficiario: Fundacja PRO
STYLE. Código BIC/SWIFT: BREXPLPWMBK. IBAN: PL 63 1140 2004 0000 3812 1477
3487. Título: darowizna Ukraina.
Dolors Massot
Fuente: Aleteia





