El mensaje actual que aparece reflejado en el quinto mandamiento: "No matarás"
Revista Ecclesia |
Según se puede leer en el
Catecismo de la Iglesia Católica este mandamiento "condena como gravemente
pecaminoso el homicidio directo y voluntario"
El
quinto mandamiento de
la Ley de Dios nos
dice: “No
matarás”. Según se puede leer en el Catecismo de la Iglesia
Católica, “la vida humana es sagrada, porque desde su inicio es fruto de la
acción creadora de Dios y permanece siempre en
una especial relación con el Creador, su único fin (...); nadie, en ninguna
circunstancia, puede
atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”.
La vida humana es sagrada, porque desde su comienzo, es Dios quien la crea. Solo Dios es Señor y dueño de la vida, desde que empieza hasta que termina. Asimismo, hay que ver la vida como un regalo de Dios y saber que solo él y nadie más decide cuando empieza y cuando termina.
El quinto mandamiento también prohíbe hacer algo con la intención de provocar indirectamente la muerte de una persona. Por ejemplo, los traficantes (de droga, armas, órganos), que con lo que venden provocan la muerte de sus hermanos los hombres, cometen indirectamente un homicidio. También exponer a alguien a algo que tenga riesgo mortal. Por ejemplo, una persona que conduce borracho pone en peligro la vida de los que le acompañan y de los de afuera. Y, por último, el negarle la ayuda a una persona que está en peligro. Por ejemplo, si una persona pasa de largo y no ayuda a los que tuvieron un accidente.
El aborto
Según
se lee en el Catecismo, “la vida humana debe ser respetada y protegida de
manera absoluta desde el momento de la concepción”. No
es admisible ninguna discriminación, ni siquiera la fundada en las diferentes etapas del desarrollo de
la vida.
“El aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es siempre un desorden moral grave en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente” afirma el Catecismo.
La eutanasia
El
Catecismo también habla de la la eutanasia como
pecado mortal: "Por eutanasia en sentido verdadero y propio se debe
entender una
acción o una omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte,
con el fin de eliminar cualquier dolor (...). Es una
grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y
moralmente inaceptable de una persona humana (...). Semejante
práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o
del homicidio".
Se trata de una de las consecuencias, gravemente contrarias a la dignidad de la persona humana, a las que puede llevar el hedonismo y la pérdida del sentido cristiano del dolor.
El suicidio
"El
suicidio contradice
la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es
gravemente contrario al justo amor de sí mimo. Ofende también al amor del
prójimo porque rompe injustamente los lazos de solidaridad con las sociedades familiar, nacional y
humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es
contrario al amor del Dios vivo" nos dice el Catecismo.