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7.3.22

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS (X)

El décimo mandamiento nos enseña a vivir desprendidos de los bienes materiales y a trabajar con diligencia

Revista Ecclesia

Según el Papa Francisco, la clave reside en el verbo empleado: “No codiciarás”. Este verbo refleja que es en el corazón del hombre donde nace la impureza y los deseos malvados

El décimo mandamiento de la Ley de Dios nos dice: "No codiciarás los bienes ajenos". Pues el Señor ha dicho: "Donde [...] esté tu tesoro, allí estará también tu corazón" (Mt 6, 21). Este mandamiento nos prohíbe el deseo desordenado de riquezas y la envidia de los bienes ajenos. Por otro lado, nos enseña a vivir desprendidos de los bienes materiales y a trabajar con diligencia para mejorar nuestra situación actual con el corazón abierto a las necesidades de los demás. El camino puesto por Dios para que los hombres individuos, familias, pueblos y naciones lleguemos a la felicidad con paz y amor en este mundo y en el Cielo es cumplir los Diez mandamientos de la Ley de Dios.

6.3.22

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS (IX)

La pureza de corazón se logra con la oración, la mortificación y la práctica de la castidad juntamente con la pureza de intención y de mirada

Revista Ecclesia

El noveno mandamiento de la Iglesia Católica es: 'No consentirás pensamientos ni deseos impuro'. Es evidente el desorden que provoca en nosotros el entretenernos por gusto en pensamientos y deseos impuros; por esto lo prohíbe Dios en este noveno mandamiento. Pero, además, estos pensamientos y deseos impuros desequilibran la sexualidad e incitan al pecado.

En el Antiguo Testamento Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés en el Sinaí para ayudar a su pueblo escogidos a cumplir la ley divina. Jesucristo, en la ley evangélica, confirmó los Diez Mandamientos y los perfeccionó con su palabra y con su ejemplo. Nuestro amor a Dios se manifiesta en el cumplimiento de los Diez Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia. En definitiva, todos los Mandamientos se resumen en dos: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo, y más aún, como Cristo nos amó.

5.3.22

MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS (VIII)

¿Cuál es el valor del octavo mandamiento "No dirás falso testimonio ni mentirás"?

Revista Ecclesia

Debemos amar la verdad, porque Cristo es la verdad y Él nos enseña que la Verdad nos hace libres y nos santifica

Seguimos con la explicación del Decálogo y hoy hablamos sobre el octavo mandamiento del Decálogo: “No dirás falso testimonio ni mentiras”. La verdad es un modo de vivir, de existir, y se ve en cada acto particular, y esa debe ser la vida del cristiano. El Pontífice ha subrayado que este mandamiento “prohíbe falsear la verdad en las relaciones con los demás” y que “donde hay mentira no hay amor. No puede haber amor”.

4.3.22

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS (VII)

Esto es lo que nos manda el séptimo mandamiento de la Ley de Dios: "No robarás"

Revista Ecclesia

Recuerda las palabras de Jesús: "¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?" (Mt 16, 26)

Continuando con la explicación del Decálogo, hoy llegamos a la Séptima Palabra: "No robarás". Al escuchar este mandamiento, pensamos en el robo y el respeto por la propiedad de otros. No hay cultura en la que el robo y el abuso de bienes sean lícitos; en efecto, la sensibilidad humana es muy susceptible por lo que respecta a la defensa de la posesión. Jesucristo, que es "el camino, la verdad y la vida", es el maestro que nos enseña cómo deben ser observados de modo perfecto los mandamientos y los preceptos.

3.3.22

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS (VI)

El sexto mandamiento que insta a vivir la santa pureza: "No cometerás actos impuros”

Revista Ecclesia

Esta palabra del Decálogo supone una llamada a la fidelidad, puesto que no existe una relación humana auténtica sin la lealtad y la fidelidad

El sexto mandamiento de la Ley de Dios nos dice: "No cometerás actos impuros". Pues el Señor ha dicho: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8). También, Jesús va más allá y recuerda que lo impuro tiene más que ver con la actitud de corazón: “Nada de lo que entra de fuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que le hace impuro” (Mc 7, 15).

En el Antiguo Testamento Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés en el Sinaí para ayudar a su pueblo escogidos a cumplir la ley divina. Jesucristo, en la ley evangélica, confirmó los Diez Mandamientos y los perfeccionó con su palabra y con su ejemplo. El amor a Dios se manifiesta en el cumplimiento de los Diez Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia. En definitiva, todos los Mandamientos se resumen en dos: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo, y más aún, como Cristo nos amó.

2.3.22

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS (V)

El mensaje actual que aparece reflejado en el quinto mandamiento: "No matarás"

Revista Ecclesia

Según se puede leer en el Catecismo de la Iglesia Católica este mandamiento "condena como gravemente pecaminoso el homicidio directo y voluntario"

El quinto mandamiento de la Ley de Dios nos dice: “No matarás”. Según se puede leer en el Catecismo de la Iglesia Católica, “la vida humana es sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin (...); nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”.


La vida humana es sagrada, porque desde su comienzo, es Dios quien la crea. Solo Dios es Señor y dueño de la vida, desde que empieza hasta que termina. Asimismo, hay que ver la vida como un regalo de Dios y saber que solo él y nadie más decide cuando empieza y cuando termina.


28.2.22

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS (IV)

¿Qué significa el cuarto mandamiento “Honra a tu padre y a tu madre”?

Revista Ecclesia

El Catecismo de la Iglesia Católica subraya la importancia de este mandamiento que se dirige expresamente a los hijos en sus relaciones con sus padres

El cuarto mandamiento de la Ley de Dios nos dice: “Honra a tu padre y a tu madre”. Mientras que los tres primeros mandamientos nos enseñan el amor a Dios, los siete restantes tienen como objeto el bien del prójimo (y el bien personal), que debe ser amado por amor de Dios.

Honrar a los padres significa amarlos, respetarlos, teniendo cuidado de no causarles dolor y ser agradecidos por todo el amor que nos han dado.

27.2.22

MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS (III)

El gran valor del tercer mandamiento de la Ley de Dios: "Santificarás las fiestas en nombre de Dios"

Revista Ecclesia

Principalmente en estos días de fiesta se nos manda como obra de culto asistir devotamente a la Celebración Eucarística

El tercer mandamiento de la Iglesia Católica es: "Santificarás las fiestas en nombre de Dios". Este mandamiento nos manda honrar a Dios con obras de culto en los días de fiesta.

La Biblia narra la obra de la creación en seis “días”. Al concluir "vio Dios todo lo que había hecho; y he aquí que era muy bueno (...) Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque ese día descansó Dios de toda la obra que había realizado en la creación".

26.2.22

LOS DIEZ MANDAMIENTOS (II)

Así es el segundo de los Diez Mandamientos: "No tomarás el nombre de Dios en vano"

Revista Ecclesia

Una manera muy grave de tomar el nombre de Dios en vano, es la blasfemia en la cual intencionadamente se denigra, burla o injuria a Dios.

El segundo mandamiento de la Iglesia Católica es: "No tomarás el nombre de Dios en vano". Este mandamiento, según se lee en Catecismo "prescribe respetar el nombre del Señor" y manda honrar el nombre de Dios. Siempre según el Catecismo, no se ha de pronunciar "sino para bendecirlo, alabarlo y glorificarlo".

El que pronuncia el nombre de Dios lo debería hacer siendo consciente de la responsabilidad que esto implica para él ante Dios. Una manera muy grave de tomar el nombre de Dios en vano, es la blasfemia, en la cual intencionadamente se denigra, burla o injuria a Dios. También el que invoca a Dios para mentir, toma en vano el nombre de Dios.

25.2.22

LOS DIEZ MANDAMIENTOS (I)

El significado del primero de los Diez Mandamientos: "Amarás a Dios sobre todas las cosas"

Revista Ecclesia

El "Decálogo" aparece en la Biblia en los libros del Éxodo y del Deuteronomio y representa los principios éticos que cada cristiano tiene que seguir durante su vida

El primero de los Diez Mandamientos afirma: “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. En el evangelio según San Mateo, el propio Jesús nos da la clave de este primer mandamiento y su elemento central: el amor. "'Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?' le preguntan los discípulos. Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente".

Los Diez Mandamientos, conocidos también como los diez mandamientos de la ley de Dios, así como con el nombre de “Decálogo”, son los principios éticos y de culto que ocupan una parte fundamental en la religión cristiana.

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