Al referirse a su próxima visita a Malta el 2 y 3 de abril, el Papa Francisco destacó que viajará como “peregrino tras las huellas del apóstol Pablo, que allí fue acogido con gran humanidad”
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Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
Así lo dijo el
Santo Padre este miércoles 30 de marzo durante la Audiencia General que se
llevó a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El Papa señaló
que Malta es una “tierra luminosa” y en su próxima visita internacional será
“peregrino tras las huellas del apóstol Pablo, que allí fue acogido con gran
humanidad después de haber naufragado en el mar mientras se dirigía a Roma”.
Además, el
Santo Padre dijo que “este viaje apostólico será la ocasión para ir a las
fuentes del anuncio del Evangelio, para conocer personalmente a una comunidad
cristiana de historia milenaria y vivaz, para encontrarme con los habitantes de
un país que se encuentra en el centro del Mediterráneo y en el sur del
continente europeo, hoy aún más comprometido con la acogida de tantos hermanos
y hermanas que buscan refugio”.
“Desde ahora
saludo de corazón a todos ustedes malteses: feliz día. Doy las gracias a los
que han trabajado para preparar esta visita y pido a cada uno que me acompañe
con la oración. ¡Gracias!”, concluyó el Papa.
Lugar donde
vivió San Pablo
Durante su
visita apostólica, el Papa Francisco rezará en la gruta de San Pablo, ubicada
en el complejo de la basílica dedicada al Apóstol de los gentiles que se
localiza en la ciudad de Rabat (Malta).
De este modo,
el Papa Francisco será el tercer pontífice en visitar este lugar sagrado que
recibe cada año numerosos peregrinos de todo el mundo. Anteriormente fueron San
Juan Pablo II, el 27 de mayo de 1990; y Benedicto XVI, el 17 de abril de 2010.
Según la
tradición, en esa cueva vivió San Pablo durante tres
meses alrededor del año 60, luego que naufragó el barco que lo llevaba a Roma
para ser juzgado, debido a una terrible tormenta.
De acuerdo con
la narración de San Lucas en los Hechos de los
Apóstoles (27, 21- 44; 28, 1-11), el Apóstol de los gentiles
permaneció en Malta durante tres meses, predicando, bautizando y curando a los
enfermos.
Por eso, los
malteses veneran a San Pablo como patrono, porque consideran que gracias a él
llegó el cristianismo a la isla.
Actualmente,
el acceso a la gruta de San
Pablo es través de la iglesia de San Publio, primer Obispo de Malta; a
un lado de la Basílica de San Pablo y del museo parroquial que conserva
numerosas y valiosas obras de arte e históricas, como el regalo que Benedicto
XVI otorgó en su visita con motivo del 1950 aniversario del naufragio de San
Pablo.
Por Mercedes
de la Torre
Fuente: ACI
Prensa