En la mañana de este miércoles 25 de mayo, el Papa Francisco recibió en audiencia a una delegación del Fondo Mundial de Solidaridad, donde aseguró que “la cercanía es el estilo de Jesús”
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| El Papa Francisco saluda a los fieles en la Audiencia General. Crédito: Daniel Ibáñez/ACI Prensa |
Ante los presentes en el Aula
Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco aseguró que apreciar a “la gente que está
en las fronteras, en las periferias. Simplemente porque Jesús fue a las
periferias: fue allí a mostrar el Evangelio”.
La cercanía es el estilo de Jesús
“Las periferias, sean del cuerpo,
sean del alma; porque hay gente un poco acomodada pero que tiene el alma
destruida, arrancada: id con ellos también; tanta gente que necesita
cercanía”, dijo a continuación.
El Papa
Francisco aseguró que “la cercanía es el estilo de Dios “y lamentó las
ocasiones en las que algunas congregaciones religiosas y cristianos “se separan
para mantener la fe”.
“Es una reedición del fariseísmo
más antiguo. Porque quieren tener un alma limpia, pero con esta actitud pueden
tener un alma limpia, pero su corazón está sucio de egoísmo”, aseguró el
Papa.
“En cambio, ir a las periferias,
ir a ver a la gente que no cuenta, a los descartados de la sociedad -porque
estamos viviendo la cultura del descarte, y la gente es descartada-, ir
allí es exactamente lo que hizo Jesús”, defendió.
“Europa necesita a los migrantes”
En esta línea, el Papa Francisco
recordó la importancia de integrar en la sociedad a los inmigrantes y aseguró
que “un inmigrante no integrado está a medio camino, es medio peligroso”.
El Papa recordó también que él
mismo es hijo de emigrantes y aseguró que “siempre hay que mirar las raíces”.
“No perdáis la memoria: sois un
pueblo de emigrantes, de emigrantes irlandeses e italianos. Los irlandeses te
trajeron el whisky y los italianos la mafia”, subrayó.
“Europa fue hecha por los
migrantes; y hoy, para un desarrollo serio, Europa necesita a los migrantes.
Hay un invierno demográfico, en el que no hay niños, en el que el futuro es
cada vez más estrecho: ¡que venga esa buena gente, pero hay que integrarla!
Integrarlos. Y por eso estoy muy agradecido por lo que hacen con ellos. No es
caridad, no, es hermandad”, explicó el Santo Padre.
Además, el Pontífice defendió que
“debemos pasar de la economía liberal a la economía compartida por el pueblo, a
la economía comunitaria. Y se está trabajando mucho en esto con los jóvenes
economistas, incluidas las mujeres”.
“No podemos vivir con un modelo
de economía que proviene de los liberales y de la Ilustración. Tampoco podemos
vivir con un modelo de economía que proviene del comunismo. Necesitamos... una
economía cristiana, digamos”, aseguró el Papa Francisco.
“Adelante, ensúciense las manos.
Asuman riesgos. Y fíjense en tantas periferias: el sudeste asiático, parte de
África, parte de América Latina. Tantas periferias, tantas, que hieren el
corazón. Y gracias por su trabajo. Y reza por mí, por favor. Pero reza a favor,
no en contra”, dijo el Papa Francisco al terminar su discurso.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa






