El Papa Francisco ensalzó también el valor que asumen estos institutos, “en su capacidad de transmitir un significado religioso, espiritual y cultural”
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El Papa con un grupo de religiosas en una imagen de archivo. Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
Este miércoles 4 de mayo se inaugura en Roma la conferencia
“Carisma y creatividad, gestión y proyectos innovadores para el patrimonio
cultural de las comunidades de vida consagrada”, organizado por la Congregación
para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y el
Consejo Pontificio para la Cultura.
Con motivo de este encuentro, que finalizará el jueves 5 de
mayo, el Santo Padre mandó un mensaje a los participantes, a quienes pidió
promover el arte y la cultura al servicio de la fe.
El Papa Francisco recordó que, desde el inicio de su
Pontificado ha “llamado la atención sobre la gestión de los bienes temporales
eclesiásticos”, de manera que la Iglesia “es consciente de su responsabilidad
de proteger y administrar con esmero sus propios bienes, a la luz de su misión
evangelizadora y con particular preocupación por los necesitados”.
A
continuación, el Papa destacó que “los Institutos de Vida Consagrada y las
Sociedades de Vida Apostólica han sido y siguen siendo promotores del arte
y la cultura al servicio de la fe, custodios de una parte muy significativa del
patrimonio cultural de la Iglesia y de la humanidad”.
El Papa Francisco ensalzó también el valor que asumen estos
institutos, “en su capacidad de transmitir un significado religioso, espiritual
y cultural” que consiste sobre todo “en el reconocimiento de la relación que
mantienen con la historia, la espiritualidad y las tradiciones de las
Comunidades específicas, en la práctica con su carisma”.
Asimismo, el Santo Padre explicó que “el peso de la
conservación, puede convertirse en una oportunidad para renovar, repensar
el propio carisma, recomponerlo en el contexto sociocultural actual y
proyectarlo hacia el futuro”.
También destacó la importancia de la catalogación,
“necesaria por razones de servicio a la cultura, transparencia en la gestión y
prudencia, teniendo en cuenta los numerosos peligros naturales y humanos a los
que están expuestos estos frágiles tesoros”.
Además, el Papa Francisco también mencionó las ventajas de
la tecnología y animó a “abordar las cuestiones relacionadas con la gestión del
patrimonio cultural, tanto en términos de su sostenibilidad económica como de
la contribución que puede hacer a la evangelización y a la profundización de la
fe”.
Reutilizar los inmuebles en desuso
“Es necesario centrarse en la reutilización de los inmuebles
en desuso, una necesidad que es aún más urgente hoy en día, no sólo por la
reducción del número de comunidades de vida consagrada y la necesidad de
encontrar los recursos necesarios para atender a las hermanas y hermanos
ancianos y enfermos, sino también, en particular, por los efectos de la
aceleración de los cambios legislativos y la necesaria necesidad de
adaptación”, defendió.
En esta línea, el Papa Francisco dijo que “la enajenación
del patrimonio es una cuestión especialmente delicada y compleja, que puede
suscitar intereses engañosos por parte de personas sin escrúpulos y ser ocasión
de escándalo para los fieles”, y por ello aconsejó actuar “con prudencia y
astucia”.
A modo de conclusión, el Papa Francisco explicó que “todas
estas cuestiones se explorarán en profundidad durante los dos días de su
conferencia, con la oportunidad de identificar no sólo los problemas, sino
también algunas experiencias exitosas y buenas prácticas que pueden ser
compartidas”.
“Es especialmente a través del uso de los bienes inmuebles
como la Iglesia, y por tanto todas las comunidades que la componen, pueden dar
buen testimonio y anunciar la posibilidad de una economía de la cultura, la
solidaridad y la acogida”, aseguró.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa