El 30 de abril, el Pontífice explicó que el médico le ha prohibido caminar porque su pierna derecha “no está bien”
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Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
Un problema de salud obligó al Papa Francisco a hacer un cambio en
su agenda de hoy en el Vaticano, específicamente en la audiencia con la
Federación Internacional de Farmacéuticos Católicos.
“Esta audiencia debía ser en el Palacio Apostólico, pero a causa de mi rodilla es aquí.
Perdónenme”, dijo el Santo Padre al iniciar su discurso este lunes 2 de mayo,
en referencia a la inflamación del
ligamento que lo aqueja.
La audiencia
se realizó en la Casa Santa Marta, donde reside el Papa
Francisco, y no en el Palacio Apostólico del Vaticano, donde suelen realizarse
este tipo de encuentros.
“Es una humillación, pero la ofrezco por su país”, dijo ese día el
Papa Francisco a los fieles eslovacos en el Vaticano.
En su saludo de hoy, el Papa dijo que “la pandemia del COVID-19 ha puesto a
los farmacéuticos en primera línea” convirtiéndolos “en un
punto de referencia para dar asistencias, consejo, información y también –lo
sabemos bien– para poder hacer rápidamente las pruebas necesarias para la vida
y las actividades cotidianas”.
“Los farmacéuticos
son como un ‘puente’ entre los ciudadanos y el sistema sanitario”,
y pueden ofrecer una doble contribución al bien común: “aligerar el peso del
sistema sanitario y disminuir las tensiones sociales”, algo que debe hacerse
“con gran prudencia y seriedad profesional”.
El Papa Francisco resaltó que “en los barrios los farmacéuticos son de casa,
están a la mano” y pueden ayudar a construir una “ecología integral” que
respete “el ambiente en el que Dios nos ha puesto nuestra casa común”.
“Los farmacéuticos
pueden ‘hacer cultura’, promoviendo una mayor sabiduría para conducir una vida
sana. En esto los puede inspirar la tradición milenaria que
aquí en Europa está en las farmacias de los monasterios. Hoy, gracias a Dios,
estas raíces se pueden enriquecer con los conocimientos y las prácticas propias
de otras culturas, como las orientales, o las de los pueblos nativos de
América”, dijo el Papa Francisco.
El Santo Padre resaltó asimismo que los “farmacéuticos pueden
ayudarnos a desenmascarar los engaños de un falso bienestar y a educar a un
verdadero ‘buen vivir’, que no sea un privilegio de pocos sino que sea para
todos”.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI Prensa