El protocolo, elaborado con el asesoramiento de la Universidad Pontificia de Comillas, exige firmar el citado documento de responsabilidad personal a “toda persona contratada o voluntaria”, así como a los “sacerdotes y consagrados del Instituto religioso”
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Imagen referencial. Crédito: Pixabay / Dominio público |
La Conferencia Española de
Religiosos (CONFER) exigirá que sus miembros y colaboradores, a través de un
documento de responsabilidad personal, se declare culpable de traicionar la
confianza depositada por la Iglesia, en el caso de que cometa abuso sexual, y
responsable único.
“En el caso de cometer cualquier
tipo de abuso sexual de menores o adultos vulnerables, lo haría traicionando la
confianza que la Iglesia ha depositado en mí y, por tanto, a través de este
documento, asumo mi responsabilidad única y exclusiva” se lee en el documento.
El nuevo documento, titulado “Política
Marco de protección y actuación en casos de abusos sexuales a menores y adultos
vulnerables”, busca presentar formas concretas de acción frente a los
posibles casos que se produzcan en el marco de sus actividades.
El protocolo,
elaborado con el asesoramiento de la Universidad Pontificia de Comillas, exige
firmar el citado documento de responsabilidad personal a “toda persona
contratada o voluntaria”, así como a los “sacerdotes y consagrados del
Instituto religioso”.
En el documento de
responsabilidad, el firmante expresa su rechazo personal al abuso sexual y a
cualquier forma de violencia.
También declara que conoce la
doctrina católica al respecto y las leyes españolas que sean de aplicación y
que se compromete a aplicar la política marco que hoy se ha presentado.
La Política Marco se presenta
como una guía práctica que los Institutos religiosos pueden adaptar a las
circunstancias y misión que desempeñan y que implica a sus miembros, personal
contratado así como a los voluntarios.
Más allá de atajar los casos de
abuso sexual que se puedan cometer en estos ámbitos, los religiosos españoles
pretenden además “desterrar otro tipo de comportamientos violentos” físicos o
psicológicos.
Para ello, el protocolo prevé
unos criterios para la selección y la formación de los trabajadores, la puesta
en marcha de códigos de conducta y la “creación de espacios seguros”.
Al mismo tiempo, la CONFER
impulsa con esta Política Marco la protocolización de modos de actuación, desde
la detección de los casos y su denuncia “procurando que la intervención sea
inmediata, ajustada a las leyes civiles y canónicas y tratando de forma
individualizada tanto a quien denuncia y a su familia, como al denunciado y su
entorno”.
Reparación del daño de abusos
Entre los objetivos de este plan
también se contemplan maneras de reparar el daño causado, incluida la
indemnización económica.
En este sentido, se detalla que
“en todo caso, la reparación supondrá una petición de perdón por parte de la
institución y el compromiso de adoptar todas las medidas necesarias de
prevención para que los hechos no vuelvan a suceder”.
Por otro lado, también se prevé
“trabajar con el victimario en su rehabilitación y tomar decisiones
consistentes (...) evitando que esté en contacto habitual con los niños”.
Otra de las medidas planteadas en
el plan es la implantación de un llamado “agente de protección” cuya misión
será coordinar la puesta en marcha del protocolo anti abusos sexuales.
Esta figura deberá contar con
formación específica en la materia y un mapa de recursos de asesoramiento
jurídico y psicológico para poner a disposición de la víctima.
Los institutos religiosos y
sociedades de vida apostólica asociados a CONFER son más de 400, de los cuales
el 75% son congregaciones femeninas.
En total, esta entidad representa
a cerca de 35 mil religiosos en España, incluidos aquellos en las etapas de
noviciado o con votos temporales, que según el Informe
Estadístico de CONFER correspondiente al año 2022 apenas superan los
mil miembros.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa