Kazajistán. Congreso de Líderes Religiosos. El Papa habló de una "religiosidad auténtica" que no usa el nombre de Dios para promover la guerra total
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Filippo MONTEFORTE / AFP |
“No justifiquemos nunca la
violencia. No permitamos que lo sagrado sea instrumentalizado por lo que es
profano. ¡Que lo sagrado no sea apoyo del poder y el poder no se
apoye en la sacralidad!”
El papa Francisco lo
dijo en su discurso ante el 7º Congreso de Líderes de Religiones Mundiales
y Tradicionales en Nur-Sultan, Kazajistán, este miércoles 14 de septiembre
de 2022.
«Conscientes de los horrores y
errores del pasado, unamos nuestros esfuerzos para que nunca más el
Todopoderoso sea rehén de la voluntad del poder humano», añadió.
El Obispo de Roma se presentó
como un líder espiritual que llama a los líderes religiosos y civiles mundiales
a detener la Tercera Guerra Mundial ya no «en pedazos”.
En
su segundo día en Kazajistán, el urgente llamamiento para que las religiones y
sus fieles se “purifiquen” del mal de sentirse justos y no tener nada
que aprender de los demás.
Apenas anoche, el Papa habló de la trágica guerra resultante de la invasión de Ucrania
e imploró la paz en su primer discurso a las autoridades civiles de
Kazajistán reunidas en la Sala de Conciertos de Kazakh en Nur-Sultan.
“La libertad religiosa constituye
la mejor base para la convivencia civil”, anotó el Pontífice en su discurso en
presencia del presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev.
Francisco sigue los pasos de su
predecesor, Juan Pablo II, que vino a Kazajistán a sembrar esperanza después de
los trágicos atentados de 2001.
“Vengo aquí en medio de la loca y
trágica guerra resultante de la invasión de Ucrania, mientras otros
enfrentamientos y amenazas de conflicto amenazan nuestra época”.
“Necesitamos comprensión,
paciencia y diálogo con todos”, afirmó el Papa. “La libertad religiosa es el
mejor lecho para la convivencia civil”.
El Papa se dirigió sobre todo a
los líderes de las naciones y les recordó los Acuerdos de Helsinki de 1975,
firmados por treinta y cinco Estados, entre ellos Estados Unidos, la URSS y
casi todos los países de Europa.
En esta línea, el pasado habla a la confrontación del presente, pues en dichos acuerdos se marca el respeto a los derechos de soberanía, el no recurso al uso de la fuerza, la solución pacífica de las controversias, la inviolabilidad de las fronteras, el respeto a los derechos humanos y las libertades, incluidas las religiosas.
A continuación, el decálogo del
Papa para que las religiones puedan salvar el mundo de la guerra total, de los
efectos de la pandemia, construyan paz y trabajen juntas por el cuidado de la
Casa Común y “en los tiempos oscuros que vivimos”, las religiones puedan
“irradiar la luz de nuestro Creador”, dijo.
El Papa enseña con el ejemplo la
apertura a la cultura y la fe de otras religiones. En efecto, el Papa se ha
inspirado para su discurso en Abai (1845-1904) poeta, compositor, educador e
intelectual kazajo con un sentido profundo de religiosidad y de espiritualidad.
1. ITINERARIO DE SANACIÓN: NO AL
ODIO
Mientras sigan haciendo estragos
la desigualdad y las injusticias, no cesarán virus peores que el Covid: los del
odio, la violencia y el terrorismo.
El Papa lamenta que “es
precisamente la indigencia la que permite la propagación de epidemias y otros
grandes males que prosperan en el terreno de la penuria y la desigualdad. El
mayor factor de riesgo de nuestro tiempo sigue siendo la pobreza”.
2. DIOS NO ES REHÉN DE LA VOLUNTAD
Y EL PODER HUMANO
Los creyentes no pueden ayudar a
destruir la vida y la obra del Omnipotente que es amor. Por eso, exhortó por un
diálogo respetuoso y responsable y un compromiso por la paz.
Recordando los horrores y los
errores del pasado, unamos los esfuerzos, para que nunca más el Omnipotente se
vuelva rehén de la voluntad de poder humano.
3. PURIFIQUÉMONOS DE LA PRESUNCIÓN
DE SENTIRNOS JUSTOS
4. NO JUSTIFIQUEMOS NUNCA LA
VIOLENCIA
5. DIOS ES PAZ Y CONDUCE SIEMPRE A
LA PAZ, NUNCA A LA GUERRA
Comprometámonos, invitó el Papa,
aún más, a promover y reforzar la necesidad de que los conflictos no se resuelvan
por el uso inconcluso de la fuerza, las armas y las amenazas, sino por el único
medio bendecido por el Cielo y digno del hombre: el encuentro, el diálogo, la
negociación paciente.
6. LA PAZ, COMPROMISO EDUCATIVO
CONSTANTE
La paz no sea el frágil resultado
de negociaciones escabrosas, sino el fruto de un compromiso educativo
constante, que promueva sus sueños de desarrollo y de futuro.
El Pontífice ha rogado a los
líderes religiosos y mundiales no gastar dinero en la carrera armamentista;
invertir en las personas y “no en los armamentos, sino en la
instrucción”.
7. EL CAMINO DE LA COMPASIÓN:
ENSEÑAR A LLORAR POR LOS DEMÁS
El camino de la compasión es el
que nos hace más humanos y más creyentes.
La compasión como camino que
lleva a la dignidad de la persona humana. “Depende de nosotros, además de
afirmar la dignidad inviolable de todo hombre, enseñar a llorar por los
demás, porque sólo seremos verdaderamente humanos si percibimos como nuestras
las fatigas de la humanidad”.
8. NOS INTERPELA UN ÚLTIMO DESAFÍO
GLOBAL: EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN
Francisco explicó que la Casa
Común necesita de un frente común de las religiones para salvar la vida y
enfrentar los cambios climáticos.
9. EL ALTÍSIMO HA DISPUESTO CON
CUIDADO AMOROSO UNA CASA COMÚN PARA LA VIDA
Pensemos por ejemplo en la
deforestación, en el comercio ilegal de animales vivos, en los criaderos
intensivos.
Francisco insiste que las
religiones pueden salvar de la “mentalidad de la explotación” que devasta la
casa que habitamos. “No sólo eso; lleva a eclipsar esa visión respetuosa y
religiosa del mundo querida por el Creador. Por eso es imprescindible favorecer
y promover el cuidado de la vida en todas sus formas”.
10. “ARTESANOS DE COMUNIÓN”
No busquemos falsos sincretismos
conciliadores —no sirven—…
El Papa usa un lenguaje directo
para pedir trabajar en la diversidad, pero consecuente con el bien común, y
para ser “artesanos de comunión”. “No busquemos falsos sincretismos
conciliadores —no sirven—, sino más bien conservemos nuestras identidades abiertas
a la valentía de la alteridad, al encuentro fraterno”.
Ary
Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia