Gayá tenía como lema de vida: "Levanta cada mañana la bandera de la ilusión"
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| La fase diocesana dará comienzo este martes 13 de septiembre con una Eucaristía presidida por el cardenal Osoro |
Se inicia en Madrid la fase diocesana de la causa de canonización
del siervo de Dios Sebastián Gayá Riera. El que fuera uno de los fundadores del movimiento Cursillos de Cristiandad está
cada vez más cerca de subir a los altares.
Con el arranque de este proceso se destacan, aún más, las enormes
virtudes del padre Gayá para idear uno de los métodos evangelizadores más
novedosos del siglo XX. Basado
en el anuncio del Kerigma, a través de la amistad y el encuentro comunitario,
el movimiento de Cursillos nació en los años cuarenta y, a día de hoy, está
presente en todo el mundo.
Gran influencia en la Iglesia
Una metodología que ha influido, además, en otras formas de evangelizar presentes en
la Iglesia, como son las catequesis del Camino Neocatecumenal o los
Seminarios de Vida en el Espíritu, de la Renovación Carismática.
Sebastián
Gayá Riera nació en Mallorca en 1913 y vivió durante su infancia en
Argentina, a donde su familia había emigrado en busca de una vida mejor. Cuando tenía tan solo 13 años
sintió la vocación al sacerdocio y regresó a su tierra natal para
ingresar en el seminario. Fue ordenado en 1937.
Pasados unos años, Gayá Riera fundó la Escuela de Propagandistas
del Consejo Diocesano de los Jóvenes de Acción Católica. Allí, junto a su
compañero Eduardo Bonnin y otros jóvenes, puso en marcha Cursillos de
Cristiandad.
La importancia de la formación doctrinal y el desarrollo de la espiritualidad fueron
los dos pilares de esta nueva realidad. Tras la Guerra Civil, Gayá había
comprendido la urgencia de renovar la fe de los seglares, que estaba quedando encallada en una mera
costumbre cultural.
La primera
"Ultreya" mundial
Con una vida dedicada por entera a Dios, en 1962, Gayá crea el
Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad. Desde esa sección promovió
la primera Ultreya (encuentro posterior al Cursillo) mundial, que tuvo lugar en
Roma en 1966, y en la que participó
Pablo VI.
A partir de 1977, responsable de la formación espiritual de los
dirigentes de Cursillos, Gayá tenía como lema de vida: "Levanta cada mañana la bandera de
la ilusión". Nombrado prelado de Honor de Su Santidad, falleció en
2007, a los 94 años de vida, y sus restos descansan en el monasterio de San
Honorato (Mallorca), donde tuvo lugar el primer Cursillo en el año 1949.
La parroquia de Santa María del Pinar, en Madrid (Calle Jazmín,
7), será la encargada de acoger este martes 13 de septiembre, a las 19:00 horas, el solemne
acto de apertura de la fase diocesana de la causa de canonización de Sebastián
Gayá Riera. Estará presidido por el cardenal Carlos Osoro, cardenal
arzobispo de Madrid.
J. C.
Fuente: ReL






