Se ha encontrado en un sótano de la ciudad de Balakliya reconquistada en los últimos días por las tropas ucranianas
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| Foto: Ministerio Defensa Ucrania |
El Ministerio de Defensa de
Ucrania, a través de su cuenta en Twitter, ha publicado la foto del impactante
hallazgo. La oración estaba grabada en el muro de un oscuro sótano en la ciudad
de Balakliya, en la región de Járkov, que recientemente ha sido liberada por
las tropas ucranianas. Según las autoridades de Kiev, en esa habitación las
tropas rusas habrían torturado o retenido a prisioneros ucranianos. Esta sería
una de las al menos 10 cámaras de tortura que el ejército ucraniano ha
encontrado en los municipios liberados cercanos a la ciudad de Járkov.
En los últimos días, en el marco
de una dura contraofensiva, el ejército ucraniano está reconquistando algunos
territorios que durante meses han estado bajo ocupación rusa. Y a su llegada,
los soldados no solo se están encontrando con el emocionando recibimiento de
sus compatriotas; también están descubriendo las huellas del horror.
No
muy lejos de esa ciudad, en Izium, se siguen exhumando los más de 440 cuerpos
hallados en el bosque, algunos de ellos de soldados maniatados y lanzados a
fosas comunes. Algunos cadáveres han aparecido maniatados o con sogas al cuello
y hay también niños. Zelensky asegura en un video mensaje que incluso hay
cadáveres que presentan disparos. Una vez más, Ucrania acusa a Rusia de
crímenes de guerra como sucedió tras las terribles escenas de Bucha que el
mundo entero pudo ver o lo que se sospecha que ha sucedido en la martirizada
Mariúpol. La condena internacional ante lo visto en Izium ha sido unánime,
desde la ONU hasta la Unión Europea. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos planea visitar Izium para investigar sobre lo
sucedido. Mientras, Rusia acusa a Ucrania de haber montado un escenario de
película para la prensa occidental.
El cardenal Konrad Krajewski se
encuentra en estos días en Ucrania enviado de nuevo por el Papa Francisco. Es
la cuarta visita del purpurado al país desde que estallara la invasión. El
Limosnero ha empezado esta vez por Odesa y viajará hacia el norte visitando, en
sus propias palabras, «comunidades religiosas, sacerdotes, voluntarios que
nunca han dejado a sus fieles en estos doscientos días».
Al regreso de Kazajistán, el
Santo Padre aseguró que puede ser moralmente aceptable enviar armas a Ucrania
para que los ucranianos defiendan su patria, pero ha de ser bajo una serie de
condiciones de moralidad: «Puede ser inmoral si se hace con intención de
provocar más guerra, o vender más armas, o dar salida a las armas que no
necesito. La motivación es la que en gran parte cualifica la moral de este
acto».
Ángeles Conde Mir
Fuente: Alfa y Omega






