12 – Octubre. Miércoles. Bienaventurada Virgen María del Pilar
![]() |
Misioneros digitales católicos MDC |
Evangelio
según san Lucas 11, 27-28
Mientras él hablaba estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la
palabra de Dios y la cumplen».
Comentario
Dichoso el
vientre que te llevó y los pechos que te criaron
Cuando Jesús inició su vida pública se dio a conocer poco a poco.
A través de la predicación de su palabra, a través de los signos especiales que
hacía, muchos de sus oyentes empezaron a intuir que Jesús era una persona
especial. Sus palabras no eran como las de las demás personas. Tenían un algo
que tocaba lo más íntimo de nuestro vivir humano y arrojaban una luz como nadie
antes lo había hecho. Algunos, empezando por sus apóstoles, comenzaron a intuir
que estaban ante el Hijo de Dios.
Una de sus
oyentes, una mujer, con acento femenino y materno, se desbordó y ante el gentío
que le estaba escuchando gritó: “Dichoso el vientre que te llevó y los
pechos que te criaron”. Un gran elogio de María, la madre de Jesús
Los cristianos
de todos los tiempos siempre hemos reconocido “las obras grandes” con las que
el Señor favoreció a María. Empezando por el inigualable privilegio de su
maternidad divina. Y en ella, mejor que en nadie, se cumplen también las
palabras de Jesús: “Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la
cumplen!”. Lejos de rebajar a María, esta afirmación es un nuevo piropo de
Jesús a su Madre, porque nadie como ella escuchó la palabra de Dios y la
cumplió. “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu voluntad”
Pidamos a
María, en su advocación de la Virgen del Pilar, que nos ayude a imitarla, a
escuchar con atención y emoción las palabras de su Hijo y que nos dé fuerzas
para cumplirlas sabiendo que nos llevan a la alegría de vivir.
Fuente: Dominicos