El Papa Francisco elogió la profunda relación con Dios de Santo Tomás de Aquino “que se manifestó, por ejemplo, en la adoración a Jesús en su presencia real en la Eucaristía”
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Papa Francisco en el Vaticano. (Imagen referencial). Foto: Vatican Media |
En un discurso
preparado para la “Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino”
(FASTA), y no pronunciado por el Papa, sino entregado a los miembros y
difundido por el Vaticano este 30 de septiembre, el Papa destacó algunas
enseñanzas de este gran teólogo de la Iglesia.
El Santo Padre subrayó el
testimonio que nos dejó Santo Tomás con “su profunda relación con Dios, que se
manifiesta, por ejemplo, en la adoración a Jesús en su presencia real en la
Eucaristía” y recordó que “él fue el autor de hermosos himnos eucarísticos usados
hasta el día de hoy en la Liturgia de la Iglesia”.
El Papa explicó que la
espiritualidad de Santo Tomás “le ayudaba a descubrir el misterio de Dios,
mientras que sus talentos hacían posible que lo plasmara por escrito”.
En esta línea,
el Santo Padre subrayó que “esto es un dato importante: para desentrañar la
presencia del Señor en el mundo, en los acontecimientos, es necesario orar,
tener el corazón unido al de Jesús en el sagrario”.
“Así nuestro espíritu se
alimenta, se fortalece, las potencias humanas, como la inteligencia, se
perfeccionan, y somos capaces de ver de un modo trascendente cada situación,
incluso aquellas que ante la lógica humana solamente pueden presentar un
panorama desalentador”, advirtió.
De este modo, el Papa indicó que
“precisamente, la fe y la razón, cuando caminan de la mano, son capaces de
potenciar la cultura del ser humano, impregnar de sentido el mundo, y construir
sociedades más humanas, más fraternas, y por consecuencia, más llenas de Dios”.
Además, el Santo Padre señaló que
“Santo Tomás descubrió que gran parte de las obras de Aristóteles estaban en
consonancia con la Revelación cristiana” y añadió que Santo Tomás “fue capaz de
mostrar que entre fe y razón hay una armonía natural”.
En este sentido, el Papa concluyó
que “al darnos cuenta de esta riqueza, que es esencial para superar
fundamentalismos, fanatismos e ideologías, se abre un camino amplio para hacer
llegar a las diversas culturas el mensaje de la Buena Nueva siempre con
propuestas que son compatibles con la inteligencia del ser humano y respetuosas
de la identidad de cada pueblo”.
Encuentro afectuoso
Por su parte, la Oficina de
Prensa de la FASTA relató que durante la audiencia se llevó a cabo en la Sala
Clementina del Palacio Apostólico en un clima “ameno y de confidencialidad” en
el que el Papa dejó a un lado “las cuestiones protocolares” entregando el
discurso al presidente, el P. Cesar Garcés Rojas, para “compartir anécdotas de
su juventud” y del camino sacerdotal que compartió en Buenos Aires con el
fundador de FASTA, Fray Aníbal E. Fosbery O.P.
“El Papa comenzó su relato de los
primeros años compartidos con el Padre Fundador con quien, según contó, jugaba
al fútbol en una pequeña canchita del barrio San José de Flores”, describió un
comunicado de FASTA.
Según relató la nota oficial, el
Santo Padre dijo sobre el P. Fosbery que “ha sido siempre un hombre y sacerdote
fiel a la Iglesia” y además “hizo referencia a la importancia de agradecer a
los dominicos haberle dado la posibilidad a Aníbal de dejarlo hacer, es decir
de haberle permitido y acompañado en la fundación de FASTA”.
De acuerdo con los relatos, al
finalizar el encuentro el Papa Francisco alentó a seguir “con esta bendita
FASTA que él les dejó” y los exhortó a ser “fieles al carisma”.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa