Gran investigador y conocedor de los archivos del Vaticano, sobre todo relacionados con la historia de España, cumplirá el próximo año 60 años de ordenación sacerdotal
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| Ecclesia |
Conversamos con uno de los más
reputados historiadores de España y en Europa, Vicente Cárcel Ortí, colaborador desde hace más de tres décadas de la Revista Ecclesia. Nacido en Manises, su trayectoria principal, más de 55
años, la ha desarrollado en Roma, como Jefe de la Cancillería del Vaticano.
Pero es ante todo un gran
investigador y conocedor de los archivos del Vaticano, sobre todo relacionados
con la historia de España. Cumplirá el próximo año 60 años de ordenación
sacerdotal. Durante
su estancia en Valencia nos anticipa su última gran obra sobre la figura del Papa Pío XII.
—Su reputación como historiador es que se ha acercado siempre a
las fuentes. De hecho gran parte de sus magníficos trabajos se refieren
fundamentalmente a las fuentes, y a cuidar la historia alejandonse de la
ideología. De toda su gran obra, que es vastísima, ha centrado muchos periodos
de la historia de España muy complicados. De esa investigación en periodos como
la Segunda República, o la Guerra Civil, ¿cree que vamos a quitar mitos que se
dan como ciertos?
—Eso es lo que pretendo con mis trabajos, con mis estudios e
investigaciones. No escribo novelas históricas, ni libros de ficción sino que
voy a las fuentes, documentos de archivos y de bibliotecas que te dicen la
verdad de lo que fue. La historia fue lo que fue y no lo que
nosotros ahora quisiéramos que hubiera sido.
Hoy veo con mucha pena y con mucha tristeza que se esta
falsificando todo, se esta manipulando todo. Se
esta ocultando lo que no interesa y se está poniendo lo que no existió, esto es
ocultar la verdad, y la verdad no se puede ocultar. Cuando un historiador
serio, con rigor, con método, acude a las fuentes históricas descubre lo que es
la verdad. Estamos inundados de una bibliografía que la mitad dice mentiras y
la otra mitad dice falsedades.
El problema es que esto viene protegido por una ideología que no
ayuda al debate histórico, serio, riguroso que es el que hacen los
historiadores. Otra cosa que hacen muchos que se presentan como historiadores
ahora, es que se erigen en jueces de la historia. El historiador no es un juez,
no tiene opiniones ni juicios. Presenta los hechos, los contextualiza, y deja
al lector sus conclusiones sin manipularlo, porque valen los documentos, las
pruebas, que son fruto de de muchas horas de investigación en el silencio de
las bibliotecas y de los archivos y la verdad al final resplandece. A medida
que pasa el tiempo nos vamos dando cuenta que nos han inundado con una
bibliografía, cuesta mucho salir de esto, e ir reproduciendo a verdad. De las
investigaciones que he hecho, he publicado ya 8 tomos de documentos de los archivos vaticanos
sobre un período que va desde 1931 a 1939 y he descubierto que realmente lo que
aparece allí no es lo que se nos está diciendo ahora.
— Se ha acusado mucho a la
iglesia falsificando la verdad, porque sobre todo a los obispos que son los que
publican los documentos, fue la única voz crítica que tuvo el Régimen durante 40 años
dentro de España. No había nadie dentro de España que se opusiera a un régimen
político, nadie en absoluto. Y los que lo hacían fuera de España, partidos o
grupos, lo hacían sirviendo a otros intereses que nada tenían que ver con
España. Esta es la verdad que estamos descubriendo ahora. Vuelvo a lo de la
Iglesia, la Iglesia era la voz crítica. La persecución religiosa afectó a miles
y miles de católicos, destrucción de un patrimonio histórico documental
inmenso, asesinato de 12 obispos, asesinato de miles de sacerdotes, católicos y
religiosos (6.500, 70 por día).
El día de Santiago 25 de julio, fueron asesinados 95 sacerdotes. Esos
datos están documentadísimos y nadie los discute. La iglesia no estaba de
acuerdo conque se instaurara un sistema totalitario, y no colaboró en el
sentido de la palabra “colaboracionista”, estoy colaborando en el sentido
bueno, por el bien del pueblo, por el bien de la gente, porque gracias a a ello
puedo corregir cosas que me parece que están mal hechas. Por eso insisto en que
la Iglesia fue la única voz crítica que tuvo el régimen español durante 40
años, a través de pastorales de obispos, a través de discursos, de homilías,
que crearon en algunos momentos conflictos. Con una voz limpia y libre.
— Ha sido usted el primer español en abrir los archivos vaticanos
para descubrir la figura de Pio XII, al que se acusó de haber colaborado con el
nazismo porque la situación era diplomáticamente tan complicada, pero que lo
que hizo fue salvar a miles de judíos. ¿Podría darnos un anticipo de su obra?
— Pio
XII tiene una obra impresionante porque fue Papa durante 19, casi 20 años
(1939-1958), recoge todo el periodo de la II Guerra Mundial que fue terrible, y yo
he visto en el archivo del Vaticano cómo el Papa intenta hasta el último minuto
que se evite la Guerra. La Guerra empieza oficialmente el 1 de septiembre de
1939 y el Papa una semana antes reúne a los embajadores de los gobiernos que
estaban implicados para que no se haga la guerra, de ninguna manera. La frase
famosa de Pío XII, “Con la guerra está todo perdido con la paz está todo se puede
conseguir”, son palabras que repetirán Pablo VI y muchos más.
Porque el papa sabía que Hitler
era un loco y que si le provocaba procuraría más muertes y más desgracias. De
hecho, en Holanda donde los obispos holandeses publicaron una cara contra el
nazismo, mataron a más judíos más cristianos y entre
ellos a Edith Stein, la santa judía conversa. En
Pio XII su arma es el silencio, pero no de sus palabras, no habla pero organiza
una red de asistencia para salvar a miles y miles de judíos. Y esto se lo
reconocen cuando muere, las grandes figuras del momento. Dice Stein “durante
la noche oscura de la guerra hubo una sola luz iluminada en el mundo que fue la
de Pío XII”. Lo que no dijo ningún gobierno de la Europa occidental ni de
Estados Unidos lo dijo Pio XII con una valentía tremenda, con el testimonio de
la salvación de los judíos.
Y luego un tercer tomo que es
la historia de España, con dos vertientes: las relaciones de carácter político,
y hemos
descubierto documentos en los que se llega incluso a una ruptura de relaciones
diplomáticas, porque el Papa no concede lo que se le pide desde aquí y el
Papa veía las cosas desde arriba. Y la segunda es una colección de 61 discursos
que Pío XII dedica a los españoles en momentos y circunstancias distintas,
cuando hay un gran acontecimiento, por ejemplo, un Congreso eucarístico, un
Congreso Mariano, un Congreso catequístico, cuando hay personajes que van a
Roma a visitarle, políticos, diplomáticos, parroquias, hasta grupos deportivos,
médicos, científicos, y el Papa habla a todos. En
esos discursos he encontrado cómo el Papa toca todos los temas que pueden
afectar a toda la sociedad, en todos los sentidos.Y
sobre todo los grandes discursos en los momentos importantísimos de la historia
de España. Serán tres tomos, que van a salir en tres editoriales distintas,
pero la trilogía completará lo que es la figura de Pío XII su relación con los
judíos y su relación con España.
— Quería preguntarle por la situación actual. Porque con el
Gobierno actual parece que se está volviendo a plantear cierta tensión diplomática
con anuncios como que van a acabar con el Concordato, etc. Usted cree que esto
forma parte más bien de un argumentario político que de una realidad?
— Yo soy historiador, no tengo
opinión de la actualidad. Ciertamente la Iglesia ha vivido momentos muy
difíciles a lo largo de su historia, y más de las relaciones del Vaticano. El
Vaticano tiene conflictos abiertos con medio mundo, por regímenes
dictatoriales, por regímenes opresores, están matando misioneros y misioneras
en territorios de Misión, hace pocos días una misionera camboyana, que estaba
con otra misionera española que salvó la vida. Y
esta religiosa que llevaba 60 años en Mozambique ha entregado su vida
precisamente por eso, y ocurre en otros países. Desde
Roma se ve el mundo completo, estás viendo lo que pasa en Líbano, en Ruanda, en
Nicaragua, en Chile con las elecciones, en Argentina. España es un país más,
las relaciones son las que son. El Vaticano tiene un “arma” que es que es el tiempo, los gobiernos
pasan.
Es lo que dice el Magnificat de
la Virgen: “derrota a los soberbios, baja del trono a los poderosos y enaltece
a los humildes”. El comunismo de la revolución rusa acabó cuando se derrumbó el
muro de Berlín y cuando Gorbachov liquidó aquel imperio. Quiero
decir que a los políticos a veces les falta visión de futuro, una política
mediocre repercute en daño para la población en general, prescindiendo de la
ideología que tenga cada persona.
— En el reciente consistorio de cardenales convocado por el Papa
Francisco, el Papa con sus últimos nombramientos ¿lo que tiene en mente es la
expansión de la Iglesia, aunque tenga pérdida de peso de la Iglesia en Europa y
que avanzamos hacia otros territorios?
— Es así, es exactamente así.
El papa tiene una visión del futuro totalmente distinta a la de los políticos.
El Papa sabe que la vieja Europa católica ha no existe, por eso el Papa no se
molesta en visitar ningún país europeo. La sociedad occidental es ya muy vieja,
muy anticuada. Demasiado rica, demasiado opulenta, ha vivido demasiado bien, y
eso no tiene futuro. El Papa tiene una información diaria, que recibe a través de los
90 Nuncios que tiene por todo el mundo, yo creo que el papa es la persona que
está mejor informada está de la situación mundial, mejor
que el Presidente de los EEUU, o el de Rusia o el de China.
Porque el Papa está presente en todo el mundo, no sólo a través de
los Nuncios, y de los obispos, sino de la monjita o del fraile que está en una
Misión, o que está en un territorio perdido, en unas chabolas, donde ve lo que
está pasando. Mientras en Europa, en España, en el mundo occidental
descienden las vocaciones sacerdotales, en África, en Asia y en algunos lugares
de América, están creciendo cada año más. Aquí en Valencia están viniendo
sacerdotes de distintos países, que vienen a estudiar en nuestras facultades
que están trabajando en las parroquias y además que cuando acaben sus estudios
volverán a su país.
España que fue misionera en siglos atrás, ahora está recibiendo. Por eso la actitud del Papa es viendo el mundo, el mapa global, no viendo un puntito de lo que España, o Bélgica u Holanda, y claro el Papa está muy volcado y eso se ha reflejado también en los nuevos cardenales. El papa crea un grupo de nuevos cardenales, en los cuales hay cardenales africanos, cuatro asiáticos, hay alguno americano, y europeos prácticamente casi ninguno, alguno italiano, uno francés y hasta un cardenal de Mongolia, pero el Papa ve que ahí hay una semilla que puede progresar, mientras que en la vieja Europa, la semilla ya se murió. El árbol se está secando y el árbol acabará por morirse.
Amparo Castellano






