La campaña de otoño de 40 Días por la Vida en España ha celebrado este martes el rescate de un nuevo bebé de las garras del negocio del aborto, con lo que ya son tres las vidas salvadas desde que comenzaran a rezar el pasado 28 de septiembre
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Aciprensa |
En esta ocasión, el rescate se ha producido en Valladolid, a donde había
acudido una madre desde un pueblo de la provincia de Zamora, con la intención
de abortar.
Al advertir la presencia de los miembros de 40 Días por la Vida rezando, ha
entrado en diálogo con ellos y ha decidido apostar por la vida de su hijo.
El pasado 5 de octubre se produjo el primer rescate de esta campaña de
oración y ayuno por el fin del aborto en Barcelona, donde una mujer encontró el
abrazo de los voluntarios de 40 Días por la Vida cuando salía llorando de un
establecimiento de abortos.
La mujer estaba embarazada de gemelos y ahora será apoyada por el Proyecto
Maternity a lo largo del embarazo y tras el nacimiento.
La campaña de
otoño de 40 Días por la Vida es la primera que se produce bajo la amenaza de
cárcel a los provida que ayudan a madres en riesgo de abortos a las puertas de
los centros de la industria del aborto.
Una reciente modificación legal prevé “pena de prisión de tres meses a un
año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días”
para quien, a juicio de las autoridades, menoscabe la libertad de las madres
que se dirigen a un centro de aborto.
En concreto, el Código Penal se refiere a la persona que “para obstaculizar
el ejercicio del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo acosare a
una mujer mediante actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que
menoscaben su libertad”.
Desde 40 Días por la Vida reiteran que esta norma no afecta a su actividad
de rezar, pero ha difundido un protocolo entre sus voluntarios para tratar de
minimizar los riesgos de ser acusados de un delito penal.
Otras iniciativas provida como los rezos mensuales de la plataforma “Rezar
no es delito” sí se han visto perjudicadas por la especial vigilancia que las
fuerzas del orden aplican a sus convocatorias.
Algunos de sus miembros han recibido multas administrativas y se han vivido
escenas no habituales como que una mujer embarazada casi a término se viera
rodeada de policías por arrodillarse a rezar delante de un negocio
abortista.
Por: Nicolas de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa