Salvador Domato era en aquel momento coordinador de la visita del Papa a Santiago y ha querido recordar en ECCLESIA ese día que marcó un antes y después para la ciudad
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El 9 de noviembre de 1982 el viaje de Juan Pablo II a España se concluyó en
Santiago de Compostela. Por primera vez en
la historia, el Papa llegó a Compostela en son de peregrinación. El vuelo de
Wojtyla aterrizó a las 10:30h en al aeropuerto de Labacolla.
El director de la Revista ECCLESIA, Joaquín L. Ortega,
escribía así sobre la llegada de Juan Pablo II: “Era el lugar ideal para que un Papa peregrino y
viajero pusiera punto final a su peregrinaje por las tierras de España. Y, de hecho, había aire de despedida en la gran misa
del peregrino, que se iba a celebrar en el aeropuerto de Santiago. Había también aire de europeidad y de universalidad, que son aires consustanciales en Santiago. Entorno
al Papa andaban, junto a los obispos españoles, otros muchos venidos de muy
distintos países de Europa”.
Salvador Domato era en aquel momento cooordinador de la visita del Papa
Santiago (y coordinará también la visita del Papa polaco en 1989 y la de
Benedicto XVI en 2010) y ha querido recordar en ECCLESIA esa primera visita de
Juan Pablo II a Santiago de Compostela: “Tengo muchos recuerdos de aquella
visita a España porque la clausuraba aquí en Santiago y pude ver cómo iba
desarrollándose la visita desde el primer día, lo cual fue una gran ventaja para nosotros. En Santiago se habían programado cuatro actos en un día, fue un poco de locura aquello”.
El Santo Padre llegó a Santiago sobre las 10:30h y
celebró la Misa del Peregrino en el aeropuerto de Labacolla. A las 13h el
traslado a la ciudad y la visita a la catedral, a las 16:30h el encuentro con
los hombres del mar en el Obradoiro, a las 18h el 'Acto Europeísta' en la
catedral y a las 19:30h la despedida oficial en el aeropuerto
compostelano. La gente empezó a llegar a Santiago a las
4h de la mañana para unos actos que empezaban a las 11h.
Durante el 'Acto Europeísta', con la presencia de los
Reyes de España y “con un público muy selecto, presidentes de academias
[…] fue un encuentro muy preparado. Allí el Papa pronunció un discurso verdaderamente
programático, diciendo cuál era su visión de Europa y haciendo el famoso
llamamiento: “Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia
universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: “Vuelve
a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces”. Fue un acto muy importante”.
“Se sabía que el Papa tenía mucho interés en este acto que tan a las mil maravillas empalmaba con algunas de las preocupaciones más hondas de su pontificado: la unión de los credos y de los pueblos de Europa en la perspectiva del tercer milenio cristiano. Por eso no extrañó ni la belleza ni la densidad del discurso europeo que el Papa pronunció. Un discurso de cara a la historia, que habrá que leer y releer para entender algo de lo mucho que el Papa guarda entre los pliegues de su alma eslava”, escribió Joaquín L. Ortega en ECCLESIA.
Son discursos, todos los que pronunció Juan Pablo II
en España, de profunda actualidad: “Hablan
sobre temas que son permanentes, en la Iglesia y en la sociedad civil, y
entonces son discursos que trascienden la inmediatez”. Además, la Santa Sede pidió muchos datos a todas
las ciudades que iba a visitar Juan Pablo II en España: “Trascienden mucho más
allá del tiempo en el que fueron pronunciados y de la inmediatez que vivimos
hoy. Se pueden leer como si fueran pronunciados
esta misma mañana”.
El Papa también se reunió en Santiago con la gente del
mar: “La diócesis de Santiago tiene más de mil kilómetros de costa y entonces
lo que no querían los organizadores del viaje era que el Papa tuviera momentos
de vacío. El Papa venía a estar con la gente y a
anunciar la fe en Jesucristo”.
Así, a la hora de preparar un acto entre el que hubo a
las 11h y el que había a las 18h para terminar la visita, los organizadores en
Santiago pensaron sugerir a la Santa Sede un encuentro con los hombres del mar:
“En Galicia hay tres tipos de hombres del mar: está la Armada Española con la
escuela naval militar en Marín, los pescadores que son muchísimos y luego los
que aquí llamamos navegantes que van en barcos por el extranjero, en compañías
extranjeras […] en Galicia hay mucha gente que vive del
mar y por eso nos pareció que era muy oportuno que el Papa se encontrara con
aquellas personas, con sus familias y les dijese una
palabra específica para ellos”.
Según Salvador, la visita a Santiago "ha
trascendido el tiempo hasta hoy mismo, porque Juan Pablo II estuvo dos veces en
Santiago y en la segunda vino con 400 mil jóvenes, pero yo creo que la
Peregrinación Jacobea, que es tan antigua y tan actual, se puede pensar, en
cuanto a la gente que se acerca en peregrinación a Santiago, en el antes y el después de la visita del Papa. El Papa ha sido el gran llamador de la peregrinación a Santiago de
Compostela”.
Tras el 'Acto Europeísta' todavía quedaba la
despedida: “Aún tuvo tiempo Juan Pablo II para, casi con el pie en el avión,
adelantar una especie de balance de su viaje. Un viaje que definió como intento de despertar el
recuerdo del pasado cristiano de España y dinamizar nuestras virtualidades
cristianas de cara al futuro […]
lo último que vieron sus ojos fueron las mil lucecillas de las linternas que le
daban el adiós”.
Se acababa así la visita de Juan Pablo II en España. 10 días históricos. 10 días inolvidables.
Por Santiago Tedeschi Prades
Fuente: Ecclesia






