Un pastor, una mujer extranjera y un pescador se convierten este año en los protagonistas de los esperados anuncios de la lotería de Navidad. Tres figuras que con sus historias resaltan valores como la amistad o la honradez
![]() |
Youtube Loterías y Apuestas del Estado. |
La historia de Vika. La amistad protagoniza este
anuncio. Vika, una extranjera, llega a España y comienza a trabajar en una
fábrica de luces. No entiende nada de español pero su compañera no duda en
enseñarle el manejo de las piezas del almacén y el nombre de cada cosa.
Vika la observa tímida y sonriente y, repite cada palabra que su compañera le
enseña en castellano.
Pero no sólo el idioma. Su nueva compañera la enseña la
gastronomía española y las costumbres. Incluida la de jugar a la lotería de Navidad. En una comida ofrece a Vika comprar un
décimo a medias.
«¿A medias?»,
pregunta Vika. Sí, dice su compañera. «Aquí en Navidad compartimos la Lotería
con la gente que nos importa, como las amigas». ¿Amigas? Pregunta Vika, «Sí,
amigas», dice la española y ambas sonríen
en un claro gesto de complicidad.
Una pequeña historia con la amistad como hilo conductor y como solución a cualquier barrera. No importa de dónde venga, si habla o no tu idioma, si sabe o no un oficio…
Enseñar, acompañar y acoger a una
persona que viene de fuera y que ha dejado a su familia para ganarse la vida.
Valores que transforman la vida de Vika y la de su compañera.
Convierten su relación en una amistad que las lleva a compartir la Navidad a
través de una costumbre. La española la acoge y se entrega, sin nada a cambio,
en una amistad verdadera. Aquella que actúa de forma desinteresada.
Un bonito ejemplo
de cómo acoger y abrazar al extranjero que ha dejado su
país y su familia.
Tres Orquídeas
Se abre el dilema. Cobrarlo o buscar a «Julia Tres orquídeas». A
las puertas de la administración de lotería y antes de cobrar el premio en
su vista se cruza una furgoneta. En ella pone Las Tres orquídeas.
En la siguiente escena aparece una floristería y una pregunta «¿Julia?».
Desde la trastienda una mujer contesta…
«Un momento, ahora salgo»… y cuando aparece solo encuentra un
cupón sobre su mostrador. Reconoce que es el gordo y, en una entrevista como
una de las personas agraciadas, mirando a cámara feliz dice: «No sé quien ha
sido, pero gracias». Frase que arranca una sonrisa de satisfacción en
el pescador que se lo había devuelto.
Otra pequeña historia que es toda una lección de honestidad y de
integridad.
El pescador no se queda con el cupón premiado porque descubre a su
verdadera dueña. Una mujer, a la que ni conoce ni ve, pero a la que no duda en
entregarle su premio.
La generosidad también está presente en este
spot. El pescador vence la tentación de quedarse el dinero y decide entregarlo,
sin nada a cambio. Ni siquiera se presenta, prefiere seguir siendo anónimo y
evitar el agradecimiento en persona o, incluso, algún tipo de recompensa.
Empatiza y sonríe cuando Julia cuenta que es una de las ganadoras del primer
premio.
El viaje
El paisaje esta vez nos traslada a la montaña. A una cabaña en la
que un pastor
de ovejas, Esteban, se refugia del viento y de la nieve. Recibe
una llamada y contesta: «¿Diga? Sí, soy yo. Gracias por avisar». Con este
mensaje comienza la historia.
El pastor se prepara, guarda un décimo de lotería en su mochila y
abandona su refugio. Con todas y cada una de sus ovejas emprende un largo viaje a
través de hermosos parajes en medio de la montaña. Sus ovejas le siguen y le
acompañan en este trayecto de varios días. Al final del camino, una ciudad, un hospital.
Esteban entra en una de las habitaciones donde está ingresado su amigo. Le saluda cariñoso y le entrega el décimo. «A ver si, porque a ti se te ocurre romperte la cadera, vamos a romper la tradición», dice Esteban, a lo que su amigo responde: «¿Qué has hecho con las ovejas?». «Luego te lo cuento» y juntos se ríen.
Una
pequeña historia centrada en la lealtad. Una amistad que
hace a Esteban luchar contra el viento, el frío y la nieve para no dejar a su
amigo sin el décimo que comparten todos los años.
Vence la pereza, lucha, se esfuerza y lo hace sin dejar sus responsabilidades.
No deja a ninguna de sus ovejas atrás. Con ellas comienza y termina ese viaje
para no fallar a quien quiere.
Este año han sido tres anuncios diferentes, rodados todos ellos en paisajes
gallegos y asturianos. Pequeñas historias extraordinarias que
nos devuelven la ilusión y la tradición de la lotería a través de valores como
la amistad, la lealtad o la honradez. Principios y tesoros
inmateriales que priman por encima de lo material, del
dinero de ese premio que cada año reparte el sorteo de la Lotería de
Navidad.
Violeta Tejera
Fuente: Aleteia