El Obispo, que afirmó que “los mártires son el mejor tesoro que tiene ahora mismo España”, abundó en las razones por las cuales esto no se comprende
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Mons. Juan Antonio Reig Pla, al inicio de una conferencia sobre los mártires españoles del siglo XX. Crédito: Nicolás de Cárdenas/ACI Prensa |
El Obispo emérito de Alcalá de
Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla ha instado a renacer “a una vocación
martirial” para colaborar en la regeneración social y moral de España. Los
mártires son, “el mejor tesoro que tiene ahora mismo España”, afirma.
Invitado por la asociación civil
Enraizados en Cristo y la Sociedad, el Prelado disertó sobre los “mártires
españoles del siglo XX”. La conferencia tuvo lugar en la Basílica de la
Concepción de Nuestra Señora en Madrid.
El Obispo animó, ante la profunda
“crisis antropológica” que vive la sociedad española, en un momento que
calificó de “dramático”, a “evocar la grandeza" de los que dieron su vida
para “poner de nuevo a Dios en el centro”.
El Obispo, que
afirmó que “los mártires son el mejor tesoro que tiene ahora mismo España”,
abundó en las razones por las cuales esto no se comprende.
“Nosotros, que hemos perdido como
generación el amor a nuestra tierra, también hemos puesto muchas complicaciones
para entender ese tesoro, de tal manera que siempre se mira con sospecha”,
explicó.
Sin embargo, aclaró el Prelado,
“no queremos reivindicar nada” sino que no “se nos robe el patrimonio
espiritual” que representan los mártires. Porque, inquirió a los presentes,
“¿si te roban el alma, quién eres?”.
Por tanto, prosiguió Mons. Reig,
“uno por el patrimonio espiritual puede estar dispuesto a perder sus bienes, a
perder su salud, incluso su vida”.
Vocación martirial
Mons. Juan Antonio Reig expresó
su preocupación porque el recuerdo de los mártires se refiera solo a “algo que
aconteció”. Por eso, llamó a renacer “a una vocación martirial”.
“Se lo debemos a Dios que se ha
manifestado en Jesucristo en la Cruz; se lo debemos a Santa María, la Virgen,
patrona de los mártires y se lo debemos a España”, subrayó.
A juicio del Prelado, “en estos
momentos de decadencia moral”, los españoles no pueden retirarse “a los
cuarteles de invierno” porque lo católico “significa la universalidad, el
todo”, lo que implica vida personal, familiar, social y política.
Refiriéndose al “genocidio” antirreligioso
perpetrado en España durante la II República y la Guerra Civil, Mons. Reig
compartió que “estamos a tiempo de revalorizarlo y de ponerlo como un gran
ejemplo”.
Los mártires no son improvisados
Mons. Reig subrayó que para
llegar a la entrega total hay que comprender que “los mártires no son
improvisados” y, por lo tanto, “para recibir de ellos la lección que esperamos
en 2022 hemos de profundizar en qué les pasó a ellos y cuáles fueron sus
verdaderas raíces”.
“Enraizados, sí. ¿Pero dónde? Yo
lo digo rápidamente. Enraizados en la Cruz de Cristo”, añadió el Prelado.
Estar enraizados en Cristo fue lo
que posibilitó a los mártires morir al grito de ¡Viva Cristo Rey!, que, en su
sentido profundo, significa “que uno le ha dado la soberanía de su libertad a
Cristo”.
Mons. Reig quiso subrayar que “no
era una fórmula”, porque eso “no se improvisa”. Por eso el Prelado instó a
“volver a Cristo y enraizarnos en su Cruz “que significa la distancia que toma
la libertad respecto de las cosas de este mundo” y, también, abrazar la
verdad.
Porque el martirio, como expresó
en otro momento de la conferencia el Obispo emérito, es “el testimonio de la
verdad hasta el derramamiento de sangre”.
Esta ofrenda significa “la
exaltación máxima de la dignidad humana y de la conciencia moral bien
informada” porque el martirio “lo que pone en evidencia es la grandeza del
hombre”.
Por lo tanto, los mártires son
“hombres y mujeres libres que entronizan y exaltan la libertad”.
Regeneración cristiana en España
En este sentido, destacó que el
catolicismo español, si quiere participar en “la regeneración de la
civilización cristiana” debe tener claro, como los mártires el binomio
verdad-libertad: “No hay libertad sin verdad”, puntualizó.
En este sentido, Mons. Reig
añadió que España necesita enraizarse “en la vida cristiana de la Gracia”. Muy
en especial, llamó a “revitalizar la familia cristiana” sin la cual “las
sociedades decaen”.
“Hoy España necesita regeneración
personal y familiar para construir y edificar con la Gracia de Dios, como los
primeros cristianos, comunidades de rostro humano”, explicó el Obispo Emérito.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa