El Papa Francisco instó a los cristianos a realizar obras de justicia y a ser artífices de la reconciliación en el mundo
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Papa Francisco con delegación ecuménica de Finlandia. Foto: Vatican Media |
Así lo dijo el Santo Padre este
19 de enero al recibir a una delegación ecuménica de Finlandia, visita que
realizan cada año.
En su discurso, el Pontífice
recordó la Semana
de Oración por la Unidad de los Cristianos que se está llevando a cabo del
18 al 25 de enero y que este año tiene por tema “Haz el bien, busca la
justicia”.
En esta línea, el Papa destacó
que el Bautismo llama “a realizar libremente obras de justicia, practicar
gestos concretos de cercanía a quienes son víctimas de la injusticia, del
descarte, de las diversas formas de opresión y sobre todo de las guerras”.
“Como testigos de la fe en
Cristo, que se sumergió en la fragilidad de nuestra condición humana, estamos
llamados a sumergirnos en las llagas de los necesitados. Y a hacerlo juntos”,
indicó el Papa.
Por ello, el Santo Padre advirtió
que todos los cristianos “estamos llamados sobre todo a dar gracias porque, a
partir de las aguas del Bautismo, nuestra existencia se ha reconciliado con
Dios, con los demás, con la creación”.
“Somos hijos reconciliados y por
eso estamos llamados a reconciliarnos cada vez más entre nosotros, y a ser
operadores de reconciliación en el mundo”, afirmó.
De este modo, el Papa Francisco
reconoció que es muy importante “rezar juntos, trabajar asiduamente y dialogar
intensamente para superar las divisiones y ser, según la voluntad del Señor,
uno en la comunión trinitaria, para que el mundo crea”.
“Es necesario alimentar una
verdadera pasión, una pasión que brota del amor a la comunión, del deseo de
superar el ‘contra testimonio’ dado por las divisiones históricas entre los
cristianos, que tanto han herido la unidad del Cuerpo de Cristo”.
Asimismo, el Papa señaló que es
necesario sobre todo “un celo ardiente por la evangelización, porque al
proclamar juntos nos reencontramos como hermanos y hermanas”.
“Pidamos el don de un renovado
celo apostólico, que nos haga redescubrir cada vez a los demás creyentes como
hermanos nuestros en Cristo, que nos haga sentir apóstoles reconciliados por
Dios para reconciliarnos entre nosotros y convertirnos en artífices de la
reconciliación para el mundo”, sugirió el Papa.
Finalmente, el Santo Padre invitó
“a rezar juntos el Padre Nuestro, la oración de los hijos que, mejor que
ninguna otra, manifiesta la realidad de nuestro Bautismo”.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa