El Papa responde a las palabras y publicaciones de algunos críticos tras el fallecimiento del Papa emérito
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El Papa responde a los periodistas tras el vuelo de vuelta desde Sudán del Sur. Foto:CNS/Paul Haring |
«La muerte de Benedicto XVI ha
sido instrumentalizada por gente que quiere llevar el agua a su propio molino.
Quien instrumentaliza a una persona tan de Dios, casi un santo padre de la
Iglesia es gente sin ética. Es gente de partido, no de Iglesia. Se ve por todas
partes la tendencia a convertir las posiciones teológicas en partidos. Estas
cosas caerán solas».
Así ha contestado el Papa
Francisco —en la rueda de prensa en el avión de regreso de su viaje a República
Democrática del Congo y Sudán del Sur— a la sucesión de declaraciones,
publicaciones y libros que han puesto en cuestión en las últimas semanas la
relación entre ambos Pontífices y algunas de las decisiones de Francisco. Es el
caso de Georg Gänswein o el cardenal alemán Gerhard Müller.
En su opinión, el supuesto
disgusto de Benedicto XVI con él «era un cuento chino». Asimismo, durante la
comparecencia, publicada por Vatican News, ha añadido siempre ha podido
hablar de todos los temas con el Papa alemán, incluso para cambiar de opinión.
Tampoco ha evitado Francisco
responder a una nueva pregunta sobre la homosexualidad, un debate que volvió a
la opinión pública tras una entrevista en con la agencia AP. Así, ha recordado
sus palabras sobre esta cuestión en viajes anteriores —de vuelta de Brasil e
Irlanda—. Y ha añadido: «La criminalización de la homosexualidad es una
cuestión que no debe dejarse pasar. Esto no está bien. Las personas con
tendencias homosexuales son hijos de Dios. Criminalizarlas es una injusticia.
No hablo de grupos, de personas».
Dispuesto a reunirse con Putin y
Zelenski
Preguntado por si se arrodillaría
para besar los pies —como hizo con los dirigentes de Sudán del Sur hace año— a
los presidentes de Rusia y Ucrania en favor de la paz, Francisco ha asegurado
que está «abierto» a reunirse con ambos. «Si no fui a Kiev fue porque en aquel
momento no era posible ir a Moscú», ha añadido.
En cualquier caso, ha recordado
que la de Ucrania no es la única guerra y ha recordado los conflictos de Siria,
Yemen, Myanmar y América Latina. «¡Cuántos focos de guerra hay! Sí, hay guerras
más importantes por el ruido que hacen, pero, no sé, el mundo entero está en
guerra y en autodestrucción. Detengámonos a tiempo, porque una bomba te pide
otra más grande y otra más grande y en la escalada no sabes dónde acabarás», ha
agregado.
Venta de armas, una plaga
Otra de las cuestiones que ha
abordado con los periodistas ha sido el de la violencia en África. Ha insistido
en que uno de los principales problemas es la venta de armas. «Es la mayor
plaga del mundo. Alguien que entiende de esto me dijo que sin vender armas
durante un año se acabaría el hambre en el mundo. No sé si eso es cierto, pero
lo que más importa hoy es la venta de armas», ha sentenciado.
Así, ha apuntado también que los
países ricos siembran de armas los pobres para aprovecharse de sus recursos
naturales, una situación que se ve agravada por el tribalismo, por ejemplo, en
África. «Se provoca la lucha entre tribus vendiendo armas y luego se explota la
guerra de ambas tribus. Eso es diabólico. No se me ocurre otra palabra. Esto es
destruir, destruir la creación, destruir a la persona, destruir la sociedad»,
ha concluido el Papa para, a renglón seguido, denunciar que se reclute a
jóvenes para la guerra.
«En resumen, creo que el mayor
problema es el afán por apoderarse de las riquezas de ese país —coltán, litio…—
y a través de la guerra, para la que venden armas, también explotan a los
niños», ha agregado.
Fran Otero
Fuente: Alfa y Omega