La Cámara Baja del Congreso de Polonia (Sejm) aprobó una resolución para “defender el buen nombre de San Juan Pablo II”, después de que un informe de televisión lo acusara de haber encubierto tres casos de abuso sexual clerical cuando fue Arzobispo de Cracovia
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Papa San Juan Pablo II, 7 de septiembre de 2004. Crédito: Shutterstock |
La resolución fue aprobada el jueves 9 de marzo con 271 votos a favor,
43 en contra y 4 abstenciones. Previamente, había recibido el visto bueno de la
Comisión Parlamentaria de Cultura y Medios.
La medida, entre otras cosas,
anuncia que “el Sejm condena enérgicamente la campaña mediática, vergonzosa,
basada en gran medida en los materiales del aparato comunista de violencia, de
la que es objeto el gran Papa polaco San Juan Pablo II”.
El 6 de marzo, el canal polaco
TVN lanzó un informe basado en los registros del servicio
de inteligencia y la policía secreta comunista (SB), que inculpa a Juan Pablo
II de supuestamente haber encubierto casos de abuso sexual infantil de
sacerdotes.
Las denuncias apuntan a los años
en los que Karol Wojtyla dirigía la Arquidiócesis de Cracovia, antes de
convertirse en Papa. El medio acusó al Pontífice de trasladar sacerdotes a
nuevas parroquias a pesar de supuestamente conocer de las acusaciones de abuso.
Sin embargo, dos de los casos ya
habían sido desmentidos en diciembre de 2022 por dos periodistas de
investigación.
Mientras que el tercer caso, si
bien nunca antes se había mencionado, “no se presentó sobre la base de una
investigación procesal o judicial, sino de los archivos de los servicios de
seguridad de la República Popular de Polonia”, régimen comunista que cayó en
1989. Así lo indicó la Conferencia Episcopal Polaca el 7 de marzo.
En ese sentido, la resolución
congresal afirma que “el intento de desacreditar a Juan Pablo II con materiales
que ni siquiera los comunistas se atrevieron a usar se refiere a métodos que
colocan a los autores fuera del círculo de civilizaciones al que pertenece
Polonia desde 1989”.
El primer ministro, Mateusz
Morawiecki, aseguró en un videomensaje que “hay quienes están tratando de
suscitar no un conflicto militar, sino una guerra cultural aquí en Polonia”.
“Estoy en defensa de nuestro
amado Papa, como la mayoría de mis conciudadanos, porque sé que como nación le
debemos mucho a Juan Pablo”, remarcó.
Piotr Gliński, el viceprimer
ministro, se mantuvo en la misma línea y reiteró que “el objetivo del ataque a
Juan Pablo II es debilitar a Polonia”.
“Estamos aquí para defender
ciertas cosas obvias en la vida pública (…). Por eso nuestros votantes nos
eligieron, para defender el bien público. Y el bien público de mayor rango es
Juan Pablo II”, aseguró.
Mons. Stanislaw Gądecki,
presidente del Episcopado Polaco, criticó el informe por presentar una “evaluación
sesgada" y "ahistórica de Karol Wojtyla, sin tener en cuenta el
contexto más amplio y aceptando acríticamente como creíbles los documentos
creados por la policía secreta”.
El Prelado lamentó que los
investigadores tampoco tomaran en cuenta “los informes y estudios existentes
que retratan de manera creíble” las “palabras y hechos” de San Juan Pablo II.
Juan Pablo II es un héroe nacional en Polonia por haber contribuido a la liberación nacional y de otros países del comunismo soviético. Se convirtió en una figura conocida por su presentación carismática y reflexiva de catolicismo, y sus viajes apostólicos sin precedentes. El Papa Francisco lo declaró santo en 2014.
Por Diego López Marina
Fuente: ACI Prensa