Nicole Duque está llevando la prueba más grande de su vida: está embarazada de gemelas siameses y solo tienen un corazón. Ella y su esposo dan testimonio de su fe en Dios en estos momentos tan difíciles
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Nicol (Nikki) y su esposo, junto a la imagen de sus siamesas. Cortesía |
Nicole Duque tiene 23 años. Naçió
y vive en Estados Unidos. Su madre es boliviana y su padre, que ya falleció,
era colombiano. Ella ha explicado a Detroit
Catholic cómo es su actitud ahora que se encuentra embarazada de
gemelas siamesas y que tanto su esposo como ella saben que las siamesas solo
tienen un corazón.
Nicole se casó
a los 22 años. Después de rezar muchas novenas, se quedó embarazada. Lo supo el
pasado mes de octubre.
Pero a las 6 semanas, notó que
había perdido 10 libras de peso y tenía fuertes náuseas. Cuando fue al médico,
este le explicó que llevaba dos fetos pero solo veía un corazón. Buscaron una
segunda opinión.
Embarazo de alto riesgo
Nicole y su esposo escucharon el
latido del corazón de siete semanas. Era EL corazón.
De nuevo hubo pruebas y más
pruebas a las siete semanas, y solo aparecía un corazón en la ecografía.
A la semana 10, la joven
experimentó un dolor abdominal intenso. Una vez en el hospital, el equipo
médico descubrió que las gemelas eran siamesas. Entre ellas había más que una
unión de piel: compartían un corazón, hígado, diafragma, intestinos y cordón
umbilical, lo que aumentaba significativamente el riesgo de muerte de las
pequeñas.
Varios médicos le hablaron de la
posibilidad de abortar. Pero para Nicole, abortar a sus hijas nunca fue opción
a contemplar.
«Para mí, considerar el aborto
era algo imposible, porque a pesar de que eran muy chiquitas todavía y no
pudiera sentir que se movieran, en la pantalla las veía y estaban brincando las
dos, juntitas, con su corazón… ¿Cómo voy a matar a mis bebés? Estaban hechas
con amor, ¿cómo voy a matar al amor?».
Tal como describe Detroit
Catholic, ha hablado abiertamente sobre su embarazo porque «busca honrar la
vida de sus bebés y crear conciencia entre las jóvenes hispanas que se
encuentran en situaciones similares, ya que estos temas no son discutidos
abiertamente. Su objetivo es que su historia llegue a muchas chicas que están
considerando el aborto y toque sus corazones.»
Para ella, esta etapa tan difícil
de su vida y de la de su esposo los está llevando por caminos de oración y de
vida puesta en manos de Dios.
¿Cómo ser fuerte en estos
momentos para vivir el embarazo y prepararse para el nacimiento de sus bebés?
La misa es un foco importante para Nicole. También el amor y apoyo de su
esposo, de su mamá, la cercanía de la Virgen María y las oraciones del santo rosario
rezado en familia.
Ahora se plantea cada Eucaristía
como una ocasión especial, un momento para recibir la gracia del sacramento y
para amar más a Dios. Quiere recibir la Eucaristía de rodillas y en la boca, y
reza para que cada comunión sea un milagro para sus gemelas.
Nicole afirma que, pese a la
dureza de la situación, sigue creyendo firmemente en que Dios puede obrar un
milagro y así se lo pide. Su fe creció enormemente cuando su papá estuvo
enfermo. Falleció, pero ella cuenta que Dios estuvo muy cerca de ellos en todo
ese proceso.
Una misión especial
Después de saber que eran
siamesas, Nicole explica que ella y su esposo tuvieron una experiencia
importante cuando se les dijo el sexo y supieron que eran niñas. Entonces
buscaron nombres católicos para ellas.
Una de sus hijas se llamará María
Teresa en honor a la Santísima Virgen, a Santa Teresa de Ávila, de quien
es devota, y a Santa Teresita de Lisseux, santa venerada por su papá.
Su otra bebé se llamará Rachel
Clare, nombre más inglés debido al origen estadounidense de su esposo e
inspirado por Raquel, la madre de José el Soñador, y por Santa Clara de Asís. A
Nicole, dice en Catholic Detroit, le resulta emotivo pensar en Raquel,
porque ambas son madres de hijos destinados a grandes cosas y para ella, sus
bebés también tienen una misión especial.
El caso de las bebés de Nicole ha
pasado a ser objeto de estudio. En la semana 15 del embarazo, fue trasladado al
hospital de la Universidad de Michigan. Allí cuentan con equipo especializado
en embarazos de alto riesgo.
«Actualmente se están realizando
estudios adicionales para evaluar el desarrollo del corazón de las bebés, pero
debido a que está severamente malformado, no es viable realizar una separación
para salvar a una de ellas. A pesar de esto, por la gracia de Dios, el corazón
está funcionando para ambas bebés», se explica en Catholic Detroit.
Ahora Nicole se encuentra en la
semana 22 de su embarazo y el pronóstico de los doctores es que las bebés
puedan llegar hasta la semana 35, en la que le harán una cesárea. La duración
de la vida de María Teresa y Rachel Clare en este mundo es impredecible. Como
afirma Nicole, «solo Dios tiene conocimiento de si serán pocos segundos,
minutos, horas, días, semanas o tal vez incluso meses.»
El matrimonio ha decidido que en
el momento de la cesárea estarán presentes el esposo de Nicole, la madre de
ella y un sacerdote.
Dios siempre presente
El testimonio de Nicole está
sirviendo para que otras mujeres embarazadas vean en ella un camino de
seguridad, de fortaleza y de fe. A su vez, la Providencia le da momentos
especiales. Esta mujer valiente habló, por ejemplo, con una madre mexicana que
vive en Texas y pasó por la misma problemática: sus hijas ya están por cumplir
siete meses.
«Escuchar su historia y oír a sus
bebés llorando al fondo ha sido un gran consuelo y me ha llenado de fuerza»,
dice Nicole. Así, continúa luchando muy agarrada a la Dios: «Sigo rogando por
el milagro de poder tener a mis hijas el tiempo que Dios disponga y según su
voluntad”.
Catholic Detroit acaba señalando
un punto importante: lo que le sucede a Nicole con el embarazo de sus hijas
siamesas ha hecho que algunas personas se hayan convertido a la fe católica.
También está ocurriendo que personas no católicas rezan el rosario por ellas.
Realmente Rachel y María Teresa
tenían una misión en la tierra.
Nicole está convencida de que sus
bebés tienen una misión única, ya que después de compartir su testimonio en
Twitter hace algunas semanas, ha sido testigo de varias historias de
conversión. Incluso personas no católicas se han ofrecido a rezar el Rosario
por ellas, lo que ha fortalecido su fe y su esperanza.
Dolors Massot
Fuente: Aleteia