El alcalde de Madrid ha reivindicado la encíclica Fratelli tutti como «una aplicación práctica del amor de forma universal»
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José Luís Martínez-Almeida con Bieito Rubido en la Universidad San Pablo CEU. Foto: Fandiño |
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha
reivindicado este jueves la colaboración de la Iglesia con la Administración en
materia social al comentar la decisión de esta de
renunciar a la exención de dos impuestos que le obligarán a
pagar cada año en torno a 15 millones de euros más, materializada este
miércoles en un acuerdo con el Gobierno.
«El Gobierno debería dar las gracias por la labor que
hace la Iglesia y cuantificar qué supondría para las arcas públicas si se
tuviese que asumir desde las instituciones. Habría que computar el alivio
presupuestario», ha afirmado el mandatario en el congreso La alegría del Evangelio, que organiza la Pastoral
Universitaria de Madrid en la Universidad San Pablo CEU, donde ha acudido para
hablar sobre la encíclica Fratelli tutti.
Martínez-Almeida ha unido esta cuestión con «la
tendencia a minusvalorar a los católicos y la fe». Y ha agregado: «No hay
institución que haya sufrido más ataques que la Iglesia católica a lo largo de
la historia y no van a encontrar ninguna que haya hecho tantos actos de amor».
Sobre la encíclica de Francisco, el regidor municipal
ha dicho que ofrece «líneas maestras» para entender la fraternidad. «Fratelli tutti no es un tratado doctrinal sobre el
amor a los demás, pretende una aplicación práctica de lo que debe ser el amor
de forma universal», ha explicado.
Esta idea de fraternidad la ha relacionado con la
necesidad de hacer renuncias para llegar a acuerdos y del diálogo en la
política para llegar al bien común.
También sobre la Fratelli tutti ha
versado la intervención de Llanos Castellanos, número dos de la candidatura del
PSOE a la Comunidad de Madrid. En su opinión, «el ser humano necesita, en estos
momentos inciertos, de caos, un ancla y guía que no le haga perder el rumbo». Y
ha añadido: «La inmensa mayoría de la población ha abandonado los valores
cristianos y no los ha sustituido por nada. Esto lleva a un cierto nihilismo, a
justificar que todo vale».
Además, ha señalado que la encíclica es como «un
código ético aplicable a todo el mundo». «No es excluyente. Es un repaso
ecuménico y global y hace continuas referencias a otros líderes religiosas», ha
concluido.
La jornada comenzó con una interesante ponencia del
vaticanista y colaborador de Alfa y Omega, Juan
Vicente Boo, que hizo un recorrido por el pontificado de Francisco a través de
sus principales documentos, viajes y gestos. «El tesoro más grande es descubrir
que el cristianismo, sobre todo, es una religión de hechos, de actitudes, de
modos de tratar a los demás», ha afirmado.
Fran Otero
Fuente: Alfa y Omega