Al inicio del encuentro, Nachter leyó un mensaje enviado por el Papa Francisco, dando su apoyo a la fiesta y recordando la idoneidad de celebrar con música la alegría cristiana
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| En la noche del sábado se sumaron más personas a la Fiesta de la Resurrección de la Plaza Cibeles de Madrid |
Decenas de miles de personas acudieron el pasado sábado por la
tarde y noche a la Fiesta de la Resurrección, organizada y financiada por la
Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) para celebrar la Resurrección de Jesucristo.
El encuentro llenó la enorme Plaza de Cibeles en Madrid durante 4
horas, y su formato era el de un gran concierto con los grupos Andy & Lucas, Carlos Baute,
Juan Peña, Hakuna y Grilex, apoyados por el humorista Nachter como
presentador, que combinaba el humor con comentarios sobre la fe y la alegría de
la Resurrección.
Al inicio del encuentro, Nachter leyó un mensaje enviado por el
Papa Francisco, dando su apoyo a la fiesta y recordando la idoneidad de
celebrar con música la alegría cristiana. Para ello, el Papa citaba a San
Agustín y sus sermones del siglo IV y V sobre la música y el júbilo para Dios,
especialmente sobre el salmo 99.
El Papa también menciona a la monja jerónima y poetisa de la
Generación del 27 Cristina de la Cruz (Cristiana
de Arteaga y Falguera, 1902-1984), con causa de canonización abierta.
Este es el texto completo del Papa.
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Mensaje del Papa Francisco a
la Fiesta de la Resurrección, celebrada el 15 de abril en la Plaza Cibeles de
Madrid
Queridos jóvenes:
Me alegra poder saludar a los organizadores y participantes de
esta Gran Fiesta de la Resurrección del Señor que, como un evento musical, se
celebra en la capital de España.
No es una cosa
desacertada responder con la música al inmenso don que el Señor nos hizo con su
Resurrección. San Agustín, comentando un salmo, decía que con nuestro canto
damos voz al corazón, pues de otro modo difícilmente podría expresar esa
alegría. Además, haciéndonos
voz de toda la creación urgimos al mundo a unirse a nuestro júbilo (cf.
Comentario al salmo 99, 2-3).
Den así razón de su fe, anuncien que la causa de nuestro gozo es
saber que “el Señor es Dios, que Él nos hizo y somos suyos”. Proclamen que el Pastor, que
no temió morir por las ovejas, ha resucitado. Y de ese modo, nos ha hecho
su Pueblo, ovejas de su rebaño (cf. ídem, 15).
Queridos amigos, Jesús los envía, los llama a “servirle con
alegría”: en el pobre, en el humilde, en el excluido. Los invita a hacer de las
bienaventuranzas su programa de vida, desterrando todo lo que los separe de
Él.
Canten al
Señor, que su gozo lo conozca todo el mundo, imiten a Aquel que se
sembró a sí mismo, para manifestarnos la fuerza de su amor. Hagan de la
Resurrección su canto y, como les exhorta una de sus poetisas, siembren bendiciones, a pesar
de no saber quién recoge. Háganlo serenamente, sin prisas, con gestos
sencillos, con buenas palabras, acciones, sonrisas. ¡Abarquen la tierra! Sean
en ella un río que, al pasar cantando, sepa fecundar el solar baldío de la indiferencia
y el desamor (cf. Cristina de la Cruz, Sembrar…).
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide, y por favor si
quien canta reza dos veces, no se olviden de cantar por mí. Y adelante: “¡Canten y caminen!”
El Salmo 100 [99] que inspiró
a San Agustín y al mensaje del Papa Francisco
Salmo 100 (99); para la acción de gracias.
G. de A.
Fuente: Religión en Libertad






