¿Los asteroides pueden acabar con la vida en la tierra? En el marco del Día Internacional de los Asteroides, que se celebra este 30 de junio, responden desde el Observatorio del Vaticano
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Imagen referencial. Crédito: Dominio público. |
A menudo, la prensa internacional
informa acerca de la aproximación de algunos objetos a la tierra, lo
que podría causar grandes daños en nuestro planeta e incluso su
desaparición.
Sin embargo, ante las continuas
apocalípticas predicciones de los medios de comunicación, pocas son las
ocasiones en las que estos objetos causan graves daños en la tierra.
Sobre estos hechos, ACI Prensa
conversó con el Hermano Guy Consolmagno, director del Observatorio
Vaticano, la institución de investigación astronómica dependiente de la Santa
Sede conocida como la Specola Vaticana, y que es considerado uno de los
observatorios astronómicos más antiguos del mundo.
“La verdad es que nuestro mundo
es finito, y se acabará algún día; mi propia vida es finita, y se acabará algún
día. Pero lo que está escrito en las Escrituras es que ‘no sabremos el día ni
la hora’”, explicó el astrónomo de nacionalidad estadounidense.
A continuación, aseguró que “trozos
del espacio golpean la tierra constantemente”.
“Se llaman meteoritos. Nuestros
museos tienen miles de estas rocas, y yo las estudio como parte de mi
investigación científica, ya que son muestras que datan del origen de nuestro
sistema solar”.
“Una vez cada cien años, uno de
esos impactos puede ser lo suficientemente grande como para arrasar una pequeña
ciudad; una vez cada cien millones de años, puede ser lo suficientemente grande
como para causar una extinción masiva como la muerte de los dinosaurios”,
aseguró el científico.
“Pero hay muchas otras cosas que
pueden matarte antes. Si te preocupa morir, deja de fumar y ponte el cinturón
de seguridad”, advirtió.
“Por supuesto, esto lleva a una
cuestión más profunda. Algunas personas se aferran a una falsa idea de la
ciencia porque creen que puede darles seguridad en un universo incierto. Otras
personas se aferran a una falsa idea de la religión por la misma razón”,
explicó.
“Pero al igual que un verdadero
científico está abierto a ver lo que la naturaleza tiene que decir, no
lo que nosotros queremos que diga, del mismo modo un verdadero cristiano debe
estar abierto al Dios que es, no al Dios que queremos que sea”, concluyó.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa