Vacaciones para descansar de todo, ¿incluyendo a Dios? Podemos estar cansados, agobiados y frustrados por la rutina diaria, pero Dios quiere hacernos compañía...
![]() |
| Andrey_Popov | Shutterstock |
Salir
de vacaciones puede ser la oportunidad que esperamos
durante todo el año, tanto si son fuera o dentro de la ciudad; incluso en
nuestra propia terraza. Este es el momento en el que queremos descansar de
nuestras rutinas diarias y tomarnos unas vacaciones de nuestras
responsabilidades profesionales.
Hay muchas cosas de nuestra rutina diaria que nos piden a gritos
vacaciones y que pueden curarse con un buen descanso; por ejemplo, el ambiente
en el trabajo puede ser mejor cuando nos tomamos un respiro durante un tiempo;
ponerse al día con la familia puede tener un efecto saludable en nuestras
relaciones, ya que frente al cotidiano «no tenemos tiempo ni de hablarnos».
Hagamos parte a Dios
Pero, ¿qué pasa con nuestra fe y nuestra relación con Dios en
estos momentos de descanso? ¿Necesitamos descansar de Él durante un tiempo? ¿Buscamos
un hogar sustituto para Él durante las vacaciones? No necesitamos dejar nuestra
fe al cuidado de otros, ni esconderla en un cajón junto con el rosario, ni
proporcionarle un lugar en la iglesia parroquial, porque ahí es donde estará
mejor cuando no estemos. Tampoco necesitamos descansar de Él.
Incluso necesitamos a Dios Nuestro Señor para que estas vacaciones
sean un éxito. Necesitamos que sus ángeles custodios nos resguarden en las
carreteras, necesitamos su protección durante nuestra estancia.
Unas vacaciones sin Dios no son una buena idea. Cuando volvamos de
unas vacaciones sin Dios puede que nos demos cuenta de que, después de todo, ya
«no le necesitamos», que nos las hemos arreglado perfectamente bien sin Él y
quizá hasta nos preguntemos ¿nos está ayudando en algo? Por supuesto, también
es posible que después de unas vacaciones sin Dios le echemos de menos, pero
sigue siendo un riesgo muy alto para tomarlo.
Aleteia
platico con Samuel
Rodríguez, un seminarista mexicano que nos comparte unos
sencillos consejos para vivir mejor estas vacaciones.
5 puntos que te pueden servir:
- Comiencen
el viaje en el coche rezando juntos por un buen viaje
- Siéntense
cada noche a rezar juntos dando gracias por lo que están viviendo
- Asegúrense
de poder asistir a la misa, por lo menos el domingo
- Si
es necesario, visiten el confesionario antes de partir
- Traten
de crear un pequeño altar en la habitación donde se hospeden y así no
olvidaran orar
«El error que muchos cometemos al salir de vacaciones es
enfocarnos tanto en las actividades, o incluso en no querer hacer nada, que
terminamos sacando a Dios por completo de nuestros planes, y nuestro descanso.
Pero siempre es posible, mínimo, pensar en Él y elevar una oración al
despertarnos».
En resumen, vivir las vacaciones, en casa o fuera de ella, debe hacerse con Dios. No le dejemos durante ese tiempo en la iglesia parroquial o en el armario junto a la cama. No descansemos de Él, sino con Él. Y entonces, nuestro descanso será seguramente el descanso de Dios.
Mia Schroeder
Fuente: Aleteia






