Monseñor Ovidio Pérez Morales expresó algunas líneas acción necesarias para el laicado, durante la celebración por los 30 años de creación de la Conferencia Nacional de Laicos de Venezuela
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La Conferencia
Nacional de Laicos de Venezuela (CNL) arribó a 30 años de existencia y el
domingo 2 de julio agradeció a Dios con una misa en la parroquia «Sagrada
Familia de Nazaret y San Josemaría Escrivá de Balaguer», en Caracas.
Correspondió a
monseñor Ramón Ovidio Pérez Morales, obispo emérito de Los Teques,
asesor y promotor del laicado venezolano, dejar un claro mensaje de cara a la
responsabilidad que estos tienen en la sociedad venezolana actual.
«La
participación de los fieles debe estar dirigida a enriquecer la nueva evangelización
que la Iglesia realiza en Venezuela y el mundo, con un alto impacto de cambio
hacia una sociedad donde se valore la justicia, el amor y la paz en cada uno de
los ambientes sociales en que éstos se desenvuelven: políticos, educativos,
económicos, laborales y otros».
Expresó la
importancia de que el laicado tenga una presencia activa y transformadora
dentro de su realidad. Asegura que el laico es parte viva de la sociedad y por
formar parte de una familia «en la entraña misma de lo secular», inevitablemente,
«le corresponde hacer del evangelio, savia y fermento de la economía, la
política y la cultura».
El laico es la
savia y motor de la sociedad
Destacó que en
Venezuela el mayor desafío del laicado es su presencia activa y transformadora
dentro de la realidad en que viven. «El ser humano es inevitablemente político»,
refirió. En la sociedad, quiérase o no, los seres humanos participan de lo malo
o lo bueno. «Estamos de forma inteligente o cometiendo errores», expresó.
Además,
consideró muy importante «el papel que cumplen los laicos en la sociedad»
porque «numéricamente» constituyen la mayor parte dentro de la Iglesia.
Monseñor Ovidio
Pérez Morales –a quien se le reconoce como el «padre» del Concilio
Plenario de Venezuela realizado entre los años 2000 y 2006- cree que un
seglar no requiere una «delegación» de las autoridades de la iglesia para su
labor evangelizadora.
«Lo que el
laico necesita es un obispo que le acompañe con una espiritualidad adecuada, le
respete y comprenda en sus decisiones, le anime y reconforte en sus
compromisos, le ayude y oriente en su formación», reconoció al ser
entrevistado.
El CNL surge
para realzar el compromiso laical
Igualmente,
repasó los inicios de la CNL, cuya simiente fue presentada por el Episcopado
Venezolano en un informe al Sínodo de los obispos en Roma (1974). Inicialmente
era el Consejo Nacional de Apostolado Seglar, CONAS, para responder al
estancamiento de los movimientos de apostolado en esa época.
Luego pasó a
llamarse Consejo Nacional de Laicos y como tal fue registrado el 7 de
diciembre de 1992 en las instancias correspondientes. Desde el 18 de junio de
2022, fue designada con el nombre de Conferencia Nacional de Laicos de
Venezuela.
«Se le ha
puesto este nombre (CNL) para completar una tríada que son de los organismos
representativos de los diversos sectores de la iglesia y del país. Normalmente
se distinguen tres sectores dentro de la iglesia: el del ministerio jerárquico,
que es el clero; el de las personas que eligen un tipo de vida en común y al servicio
del Señor, los religiosos; y el sector de la vida laical que es el
mayoritario».
«Estamos
comprometidos en transformar»
María Elena
Febres-Cordero Briceño, quien es presidenta del CNL desde el año 2015, miembro
del movimiento Athletae
Christi y del Centro de Investigación y Formación Humanística de la
UCAB, habló en nombre del consejo directivo, consultivo y demás integrantes. «Queremos
poner ante el Santísimo nuestro trabajo, nuestro compromiso, nuestro servicio
incondicional a la Iglesia y a la sociedad», dijo.
Como laicos,
miembros de diversas organizaciones, movimientos, grupos, redes provida y
organizaciones, están comprometidos en llevar el bien y dar testimonio con
compasión y valentía, siguiendo siempre el magisterio de la Iglesia y las
palabras de los papas.
En ese sentido,
ratificó su compromiso en transformar las realidades temporales en el campo
económico, social, educativo, político, ambiental y cultural. «Pero también
debemos seguir siendo testigos del amor de Cristo», enfatizó.
«Debemos seguir
trabajando en el ámbito y lugar donde nos desenvolvemos para llevar nuestra fe,
defender los valores humanos cristianos y trabajar con el buen ejemplo», expresó
en la parroquia Sagrada
Familia de Nazaret y San Josemaría Escrivá de Balaguer, agradeciendo a
quienes los acompañaron para celebrar estos 30 años.
Entre las
iniciativas que desarrolla la CNL se encuentra la jornada de oración «Un Millón
de Niños Rezando el Rosario por la Unión y la Paz»; la Red Provida Venezuela; y
el medio informativo Reporte Católico Laico.
Este año la
ceremonia fue acompañada por el Orfeón de la Universidad Central de
Venezuela que está cumpliendo 80 años de su fundación y dirige el profesor
Raúl López.
Ramón
Antonio Pérez






