El experto analiza en Creo TV los terribles años treinta que se vivieron en España
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| Jorge López Teulón es sacerdote de Toledo y el mayor especialista sobre persecución religiosa de los años 30 del siglo XX en España |
Quizás es uno de los episodios más desconocidos –y silenciados- de
la Historia contemporánea de España: el asesinato de alrededor de 10.000 católicos –casi
7.000 de ellos, sacerdotes y religiosas- por odio a la fe en apenas cinco años.
Jorge López Teulón es sacerdote de Toledo y el mayor especialista
sobre persecución religiosa de los años 30 del siglo XX en España, lleva
publicados 33 libros. "En la diócesis de Barbastro (Huesca), el 98% de los sacerdotes fueron
asesinados, incluido el obispo", recuerda en una interesante
entrevista concedida al canal Creo TV.
Cerca de 3000 laicos
asesinados
"Ha sido la persecución más grande en menos tiempo, porque
está claro que el comunismo en Rusia fue peor. Pero no fueron solo los años de
la guerra, de hecho, no son los 'mártires de la Guerra Civil', estas personas no fueron a ninguna
guerra ni estuvieron en el frente luchando, estamos hablando de los
mártires de la persecución religiosa que empieza en 1931", comenta
Teulón.
Una persecución que comienza, como recuerda el sacerdote, con la
quema de conventos tras la proclamación de la República. "El obispo de
Málaga contó cómo le expulsan del Palacio Episcopal, narra en primera persona
cómo una turba va a por él, y porque salió de obispo... si sale de paisano, allí mismo lo
queman. Hay algo significativo de esos primeros años, muchas imágenes las
queman, las cofradías las restauran y en el 36 las vuelven a quemar, las
quemaron dos veces", relata.
La violencia empleada contra los católicos fue terrible. "Se
quemaron joyas bibliográficas, el cuerpo de San Francisco de Borja en los
jesuitas de Madrid... cuando
llega la guerra, cómo no se lo iban a esperar. Por no hablar del gran
episodio del 34, donde hubo casi 80 víctimas, algunas ya canonizadas por odio a
la fe. El periodo de persecución va de 1931 a 1939. Tenemos incluso un mártir
de después del uno de abril, por heridas de fusilamiento", asegura.
Sobre las cifras, Teulón las sitúa cerca de los 10.000: 7000
obispos, religiosos, sacerdotes, monjas... y 3000 laicos. "Si se hubiera
hecho con más tiempo, los
seglares debieron ser muchísimos más. De muchos de ellos, por ejemplo,
se dice que estaban afiliados a un partido político, pero la Iglesia les pidió
entrar en los ayuntamientos para defenderla durante la República. Lo importante
es ver el motivo por el que se muere y no si pertenece a un partido",
recalca el sacerdote.
"De esos 10.000, hay 2100 en los altares, cuya fiesta se
celebra el 6 de noviembre. Hay
como otros dos mil en procesos pequeños y grandes. En Toledo hay un proceso
de 464, pero los hay también en Valencia, en Madrid... El 98% de la
diócesis de Barbastro se aniquiló, luego iría Lérida y Solsona con el 50% y
luego Toledo, que llega al 48%. Nosotros en Toledo teníamos casi 600 sacerdotes
y en seis meses fueron aniquilados la mitad", afirma.
El perfil de los asesinados fue muy variado y así lo confirma el
investigador. "En Toledo se
mataba al señor que vendía la cera para las iglesias, se fusilaba al
presidente de las cofradías, se mató a mucha gente con la que se tenían
deudas...", explica.
El sacerdote pide que dejen a la Iglesia trabajar y beatificar a
sus mártires. "No se puede tener la mentalidad de ahora, fue una guerra
con enfrentamientos. Nosotros solo pedimos que dejen a la Iglesia el trabajo de
las beatificaciones y presentar esos testimonios de fe. Si tú no tienes fe que más te da
lo que hagamos nosotros. Nosotros creemos que no solo se les mató, sino que
la muerte fue por motivo de fe", relata.
Se vende 'chorizo de
monja'
Teulón introduce en este punto un componente inquietante.
"Aquí es cuando me apeo de ser historiador para defender el tema de la
presencia del demonio y del mal. Puedes considerar que alguien esté borracho o
que tenga algo contra otro, pero
en toda la geografía republicana se observa esta crueldad contra el clero.
Se quiere hacer creer que los curas estaban con el poder, pero estaban haciendo
comedores, iban a ver a los enfermos...", explica.
"Existe esa posesión por arrancar los ojos a una imagen, el
arrancar las partes de un sacerdote y metérselas en la boca. Sobre la beata
Apolonia Lizárraga se cuenta que ya estaba muerta cuando se la dan a comer
a los cerdos, hacen la matanza y ponen un cartel diciendo que se vende 'chorizo de monja'. No
son anécdotas, son crueldades", añade.
"En el año 1935, al presidente de Acción Católica, que era un
joven y que está en proceso, le
hacen tragar la insignia de Acción Católica. Hay también el caso de un
joven al que fusilan, dejan malherido toda la noche y, a la mañana siguiente,
éste le dice al del cementerio que le lleve con su madre. El otro le contesta
que si blasfema le llevará con su madre, se niega y le abre la cabeza con un
pico", comenta Teulón.
Ante tanta crueldad lo más sobrecogedor es el perdón de las
víctimas. "La madre de Santiago Mosquera deja en el testamento dinero para misas para los asesinos de
su hijo. En los temas de los seglares hay más dificultad para probar el
perdón, a veces en los sacerdotes se da por hecho y no es así, hay que
analizarlo todo", afirma.
Sobre el papel de la Iglesia a la hora de revisar este periodo de
la historia, Teulón entiende que se puede hacer más. "La Iglesia tiene que
entonar un mea culpa por no haber luchado por distinguir eso que llaman 'los
mártires de Franco' (...). Es injusto que no se haya hablado mucho más (...).
Hemos hecho una exhumación y nadie
se ha querido hacer cargo de los huesos de ese mártir",
comenta.
"Hay que
saber cómo quitar todo esa parte política para ver que era una persecución
religiosa. No es ir contra nadie, es que
fueron testigos de la fe, mártires por odio a la fe, y su testimonio nos
tiene que enardecer. Si fueron capaces de dar la vida, cómo nosotros no podemos
hacer más de lo que hacemos", concluye.
Puedes ver aquí
la entrevista completa a Teulón en Creo TV.
G. de A.
Fuente: Religión
en Libertad






