Las dos JMJ que se celebrarán en las Iglesias particulares en 2023 y 2024, en la solemnidad de Cristo Rey, marcarán el camino de preparación para el Jubileo de los Jóvenes
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Ecclesia |
"Alegría y esperanza".
Estos serán los ejes de los mensajes del Papa El Santo Padre ha elegido para
las dos Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebrarán en las
Iglesias particulares en 2023 y 2024, con ocasión de la solemnidad de Cristo
Rey, que marcan el camino de preparación al Jubileo de los jóvenes.
El primero de ellos, en el marco
del Gran Jubileo de 2025 “Peregrinos de esperanza”: "Los gozos y las
esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo,
sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas,
tristezas y angustias de los discípulos de Cristo", subrayaba en 1965 la
Constitución pastoral Gaudium
et spes. En los difíciles tiempos de hoy, la Iglesia, como entonces, desea
reavivar la esperanza en el mundo y para hacerlo confía particularmente en los
jóvenes, protagonistas de la historia y “misioneros de la alegría”.
La más hermosa juventud de este mundo
Por otro lado, en la exhortación
apostólica postsinodal Christus
vivit, el Papa Francisco indicaba a Cristo como la “esperanza nuestra
y la más hermosa juventud de este mundo” (cf. n. 1). Ahora, con los temas de
las dos próximas JMJ, invita a los jóvenes a profundizar en el significado de
la esperanza cristiana y a testimoniar con alegría que Cristo está vivo.
Cabe recordar, que en su último
encuentro con jóvenes en Lisboa, tas presidir la Santa Misa de Envío en el
Campo de Gracia y anunciar que Seúl será la sede de la próxima JMJ en el año
2027, Francisco aseguró que "el Señor nos hace sentir la necesidad de
compartir y de dar también nosotros, testimoniando con alegría y gratuidad el
bien que Dios ha puesto en nuestros corazones”
Antes de despedirse de los
jóvenes, también el Papa quiso animar a los jóvenes a concienciarse de que
“Dios ve todo lo bueno que ustedes son, y sólo Él conoce lo que ha sembrado en
sus corazones. Por favor, cuídenlo con esmero. Quisiera hacerles una
recomendación: mantengan presentes en su mente y en su corazón los momentos más
hermosos. Para que así, cuando lleguen los inevitables momentos de cansancio y
de desánimo, y tal vez la tentación de dejar de caminar o de encerrarse en
ustedes mismos, reaviven las experiencias y la gracia de estos días, porque ?
no lo olviden nunca ? esta es la realidad, esto son ustedes: ¡el santo
Pueblo de Dios que camina en la alegría del Evangelio!”.
Fuente: Ecclesia