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En los
noviazgos católicos puede suceder que uno de los involucrados reciba una
llamada de Dios para seguir una vocación distinta a la del matrimonio, lo cual
puede ser una sorpresa para la persona que sí se concebía casándose.
Ante la ruptura del noviazgo,
motivada porque el novio se va al seminario, pueden surgir dudas y culpa como,
“si tan solo hubiera hecho esto”, pero es importante decir que es una decisión
personal. Un momento de discernimiento entre Dios y él, por lo que es bueno
conocer algunos consejos sobre cómo tratar esta situación, sabiendo que tú
hiciste todo lo que pudiste.
Consultamos este tema con Rosa
Elba López Suro, psicóloga clínica del Centro Integral de Recuperación
Familiar. Ella nos dio consejos muy prácticos que pueden ayudar a manejar la
situación.
La mujer tiene
que tener esta mirada con los ojos de la fe, poder decir: Dios siempre es muy
generoso, entonces si Él quiere a mi novio para santificarlo de esa manera, y a
mí de otra, es saber que el Señor también se encargará de mí”.
1.- IR CON UN DIRECTOR ESPIRITUAL
Un buen
consejero para sobre llevar esta pérdida es un sacerdote, pues Rosa comenta
que “te puede sugerir y aconsejar qué es lo que debes hacer. El
director te ayuda en esos procesos porque los entiende más por vivencia
propia”.
2.-
ASISTIR AL PSICÓLOGO
Es inevitable
pasar por las fases del duelo. Al recibir una noticia tan sorprendente, lo mejor
es acercarse a recibir atención psicológica para tener una mayor claridad de la
situación y de los pensamientos que surgen, así como practicar la contención.
3.-
PREGUNTAR A DIOS
“Tú quieres a
mi novio para sacerdote, ¿entonces qué quieres para mí?”
Es
válido que le hagas esta pregunta a Dios. Es una prueba más en tu vida, aquella
que es fundamental para reordenar y mejorar virtudes que aún no habías
trabajado por completo. Si Dios destina para ti continuar en la vocación del
matrimonio, que seas tú la que dé su mejor versión de sí misma.
Para
acrecentar tu fe puedes visitar con mayor frecuencia al Santísimo, asistir a
Misa, vivir ejercicios espirituales donde, en el silencio, Dios de la respuesta
que tu corazón anhela.
4.-
ACEPTAR LA VOLUNTAD DEL SEÑOR
Este momento es para que puedas
crecer en tu relación con Dios: reza con más fuerza y pide a Dios que te
permita aceptar su voluntad. A pesar de sentir dolor, confía en las decisiones
que Él toma para tu vida.
“Debes saber que no hay un honor
más grande que haber sido novia de un sacerdote en potencia, – aclaremos que
decidir entrar al seminario, no garantiza que termine ordenándose- si lo vemos
con los ojos del alma, él quiere seguir la Voluntad de Dios. Hay que saber
decir: que bien que supe escoger a un buen novio. Yo lo elegí para casarme y si
el Señor lo escogió, quiere decir que yo elegí bien, mirando la calidad del
alma de este chico para la santidad”, comentó la experta.
Dentro de aceptar la voluntad del
Señor, también hay que ser conscientes de que el exnovio puede salir del
seminario, viendo que evidentemente no era su vocación. Ante esta situación,
hay que encomendarse al Señor para que dé mayor claridad en sus planes.
Confía en los
planes de Dios
Si tu novio te dice que el
sacerdocio lo llama, déjalo ir. Es un momento en el que él tiene que responder
a ese llamado que Dios le está presentando. Acepta con humildad este cambio en
tu vida. Recuerda que Dios siempre da algo mejor de lo que uno ofrece con mucho
dolor.
Yohana Rodríguez
Fuente:
Aleteia