El ora et labora (en español: ora y trabaja) es una expresión latina que resume la vocación y la vida monástica benedictina, basada en la alabanza a Dios y en el trabajo manual
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| Pawel Waligora | Aid to the Church in Need |
Esta máxima se encuentra habitualmente en la entrada de los monasterios
benedictinos, pero ¿cuál es su origen y su significado?
El origen del ora et labora
Aunque muchos podrían pensar que el ora et labora se remonta
a san Benito de Nursia, el fundador de la
orden benedictina en el siglo VI, lo cierto es que esta expresión es de origen
reciente. Según el investigador francés Marie-Benoit D. Meeuws, el autor de
esta frase fue Mauro Wolter, el primer abad de la nueva abadía de Beuronese
(Alemania), que la escribió en un libro sobre la vida benedictina en el siglo
XIX.
Sin embargo, esto no significa que el ora et labora no refleje la
espiritualidad de san Benito y de su regla. Al contrario, esta expresión
sintetiza la esencia de la vida monástica, que se encuentra en la Regla de San
Benito, aunque con otras palabras: la lectio divina (estudio
meditativo de las Sagradas Escrituras) y el opus Dei (obra de Dios) o
liturgia de las horas.
¿Qué significa ora et labora?
El ora et labora expresa el equilibrio entre la oración y el
trabajo que caracteriza a los monjes benedictinos. La oración es el centro y el
fin de su vida, ya que los monjes buscan a Dios en el silencio, la meditación
de su palabra y la alabanza comunitaria. El trabajo es una forma de colaborar
con la creación, de mantenerse activos y de practicar la humildad y la caridad.
La oración y el trabajo se complementan y se enriquecen mutuamente, pues la
oración da sentido y valor al trabajo, que se convierte en una ofrenda a Dios y
al prójimo. El trabajo ayuda a la oración, ya que evita la ociosidad, que es
enemiga del alma, según san Benito. Además, el trabajo permite a los monjes
vivir del fruto de sus manos, como hicieron los apóstoles.
En la vida cotidiana de los monjes benedictinos se aplica de la siguiente
manera:
1. MAITINES
Los monjes se levantan muy temprano, antes del amanecer, para rezar los
Maitines, la primera hora del Oficio Divino, que consiste en salmos, himnos y
lecturas bíblicas.
2. SANTA MISA
Después de los Maitines, los monjes asisten a la celebración de la Santa Misa,
que es el núcleo espiritual de su día. Allí reciben la comunión y renuevan su
consagración a Dios.
3. LECTIO DIVINA
A continuación, los monjes desayunan en silencio y se dedican a la lectio
divina, que es la lectura meditativa y orante de las Sagradas Escrituras.
Esto les ayuda a profundizar en su relación con Dios y a prepararse para la
oración litúrgica.
A media mañana, los monjes rezan las Laudes, la segunda hora del Oficio
Divino, que consiste en salmos e himnos de alabanza a Dios por la creación y
por el nuevo día.
5. TRABAJO
Luego, los monjes se entregan al trabajo manual o intelectual, según sus
capacidades y necesidades. El trabajo puede ser muy variado: desde el cuidado
del huerto o de los animales, hasta la elaboración de dulces o de artesanías,
pasando por el estudio o la enseñanza. El trabajo se realiza con espíritu de
servicio y de ofrenda a Dios y al prójimo.
6. SEXTA
A mediodía, los monjes rezan la Sexta, la tercera hora del Oficio Divino,
que consiste en salmos e himnos que recuerdan la pasión de Cristo y piden su
ayuda. Después, los monjes almuerzan en silencio y escuchan una lectura
espiritual.
7. TRABAJO Y ESTUDIO
Por la tarde, los monjes continúan con el trabajo o con el estudio, según
el caso. También pueden dedicar un tiempo a la oración personal o a la
recreación fraterna.
8. VÍSPERAS
Al caer el sol, los monjes rezan las Vísperas, la cuarta hora del Oficio
Divino, que consiste en salmos e himnos que dan gracias a Dios por el día
vivido y le piden su protección para la noche.
9. COMPLETAS
Antes de acostarse, los monjes rezan las Completas, la quinta hora del
Oficio Divino, que consiste en salmos e himnos que confían en Dios y le piden
perdón por las faltas cometidas. Después, los monjes guardan silencio absoluto
hasta el día siguiente.
Vivir con armonía y coherencia
El ora et labora es una invitación a todos los cristianos a vivir
con armonía y coherencia su vocación bautismal, integrando la dimensión
espiritual y la dimensión humana. También es un recordatorio de que toda
nuestra vida debe estar orientada a Dios y a su gloria.
Matilde Latorre
Fuente: Aleteia






