La heráldica eclesiástica es todo un arte. Si cada obispo lleva el escudo de su diócesis, ¿de dónde procede el extraño sombrero verde que aparece en su imagen?
![]() |
Sebastien Desarmaux/ Godong |
A los obispos se les reconoce por
la mitra, el anillo y el báculo. En la cátedra donde se sientan, hay también un
curioso símbolo que hoy apenas podemos descifrar. Sobre este escudo se asienta
un extraño tocado: el galero. Este sombrero, de ala ancha y plana, lo llevaban
originalmente los distintos miembros de lo que tradicionalmente se conocía como
«clero bajo», es decir, los monjes y sacerdotes que servían en las parroquias,
más cercanos al pueblo de Dios.
Durante el primer Concilio de
Lyon, en 1245, el Papa Inocencio IV impuso el galero rojo a los cardenales: con
el tiempo, el galero rojo se convirtió en el atributo cardenalicio por
excelencia. Solo después del Concilio Vaticano II se abolió su uso, junto con
el del birrete negro para los sacerdotes, mediante la instrucción Ut sive sollicite del Papa Pablo VI. Sin embargo, aún
se pueden encontrar vestigios de él en los escudos de armas del «alto clero».